Málaga

La Mayora estudia los efectos del cambio climático en cultivos locales

  • Los estudios forman parte de un proyecto europeo en el que participan investigadores ingleses, israelíes e italianos También analizan las consecuencias de la sequía

Si no se pone freno a la emisión de los gases de efecto invernadero, la temperatura de la tierra podría aumentar en 3,5 a finales de este siglo. Los daños provocados por el cambio climático en la Unión Europea podrían ascender a al menos 190.000 millones de euros, según el informe publicado esta semana por el Centro de Investigación Conjunta de la Comisión Europea. España estaría entre los países que sufrirían más daños como los de la zona sur y centro sur del continente. Las cosechas se reducirían un 20% y el número de personas afectadas por la sequía se multiplicaría por siete. El objetivo de la Unión Europea es auspiciar medidas para que no suban a más de dos grados. Paralelamente desarrolla proyectos e investigaciones para tratar de reducir los efectos que tendría en diferentes sectores, entre ellos, en la agricultura.

Y a estas se han apuntado los científicos del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea La Mayora del que forman parte grupos de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Málaga (UMA). Actualmente están inmersos en dos proyectos internacionales en los que estudian cómo puede afectar el cambio climático a la producción local de cultivos. El reto es anticiparse a lo que podría pasar con la subida de las temperaturas y las posibles sequías a la que se pueda ver sometido el territorio.

En la práctica, esto podría suponer, que algunas frutas cambiasen su periodo de maduración, y no estuvieran en los mercados en las fechas en las que acostumbran. O que los cultivos fuesen más o menos susceptibles a determinadas enfermedades y plagas. Los estudios también se centran en las consecuencias que puede tener la sequía, y la salinidad del agua ya que cada vez se utilizarán más los pozos subterráneos para el riego.

"La Comunidad Europea tiene claros cuales son los problemas futuros que están por venir. Y entre ellos, son prioritarios el cambio climático, la sequía y la salinización del agua. Por ello está trabajando en acciones específicas relacionadas con el calentamiento de la tierra", explicó el director del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea La Mayora, Enrique Moriones quien detalló que la Unión Europea está interesada en la convocatoria de estos proyectos con el objetivo de anticiparse a los efectos que se puedan producir con el cambio de las temperaturas. En concreto, los investigadores de La Mayora trabajan con otros colegas de Italia, Inglaterra o Israel en uno sobre plagas y enfermedades nativas y exóticas del que ya están esperando los resultados. ".A la Comunidad Europea le interesa hacer consorcios de trabajo relacionados con estas plagas porque sabe que el cambio climático está produciendo mutaciones en las enfermedades y pueden llegar plagas exóticas -ligadas a las altas temperaturas- que no existían aquí y para las que hay que estar preparados para defenderse", apuntó el director del centro quien adelantó que ya están abordando estrategias para combatir un tipo de mosca blanca que afecta a los cultivos hortofrutícolas en la zona mediterránea y que es un "vector de enfermedades". "También se está introduciendo otra plaga de tomates de una especie de gusano. Muchas de ellas tienen que ver con la subida de las temperaturas", mencionó Moriones quien puso otro ejemplo sobre las alteraciones que el cambio climático puede producir en las cosechas: "Medio grado más de temperatura podría hacer que la población del insecto polinizador se desarrollase un mes más tarde de lo que lo hacía antes y que no coincida con el desarrollo óptimo de la flor". De momento el proyecto ya ha superado la primera fase de Preproposal, para los que se ha presentado la Full Proposal de la que esperan tener algún resultado en octubre. En caso de que la superen conseguirán nueva financiación para desarrollar el proyecto de investigación.

El segundo proyecto en el que participan procede de otra convocatoria europea centrada en la sequía y en la salinización del agua. "Son factores fundamentales que pueden afectar a la producción agrícola tanto al comportamiento de la planta que puede responder de forma diferente con otras temperaturas como su resistencia a plagas y a enfermedades", expuso el director del instituto. "Como llueve menos, tratamos de trabajar con materiales vegetales con mayor aprovechamiento del uso del agua. Por ejemplo, con sistemas radiculares que tienen los tomates que optimicen la absorción y el uso del agua", aclaró Moriones quien también expuso que como consecuencia de las bajas lluvias, "se están hiperutilizando los acuíferos lo que provoca que haya introversión de agua marina con la correspondiente salinización del agua con la que regamos".

Independientemente de estas convocatorias europeas, trabajan en cinco proyectos nacionales relacionados con el cambio climático financiados por el Plan Estatal de Investigación Español.

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