Málaga

La obra del Metro en La Unión obliga a desviar más de 28 kilómetros de tuberías

  • El tramo Juan XXIII-Renfe, de casi 2 kilómetros, incluye 156 puntos de servicios que hay que trasladar · Las conducciones de saneamiento y abastecimiento de agua son las más afectadas, con 9,5 kilómetros

La obra del Metro en el entorno de calle La Unión acaba de dar sus primeros pasos en una senda que se antoja larga y no exenta de complicaciones. La primera fase de los trabajos programados por la Junta de Andalucía y por la concesionaria de la actuación, Metro Málaga, va a obligar a los operarios a trasladar y desviar casi 28,5 kilómetros de tuberías, conexiones telefónicas, cables y conducciones, entre otras, en un total de 156 puntos del trazado que se extiende entre la Avenida Juan XXIII y Renfe. Es decir, más de 28 kilómetros de los denominados desvíos de servicios que estarán afectados por la posterior apertura de las zanjas del suburbano.

Las dimensiones de la operación inicial son inclusive superiores a las que se llevaron a cabo en febrero de 2006 en el entorno de Carretera de Cádiz, donde las empresas constructoras tuvieron que trasladar alrededor de 27 kilómetros de conexiones en 239 puntos. Y ello a pesar de que la longitud del tramo sobre el que se intervino, entre el Martín Carpena y el puente Juan Pablo II, con 3,9 kilómetros de recorrido, es sensiblemente superior a la del nuevo tajo de actuación del Metro, que alcanza apenas los dos kilómetros.

La información oficial de Metro Málaga, a la que ha tenido acceso este periódico, constata la envergadura de las tareas iniciales de ejecución de este tramo de la línea 1 del ferrocarril urbano (Malagueta-Los Asperones) y que se llevará cuatro de los 35 meses que se estima duren los trabajos de desarrollo de la infraestructura. El impulso de esta etapa exige, además, la máxima coordinación con las empresas responsables de cada uno de los servicios afectados, toda vez que su colaboración se antoja imprescindible para poder efectuar de manera adecuada la labor.

En este sentido, en función de los datos existentes, son más de una decena las compañías damnificadas por el comienzo de la obra del Metro. Y entre todas ellas, las conducciones de saneamiento y abastecimiento de agua de Emasa (Empresa Municipal de Aguas de Málaga) son las más numerosas, con un total de 55 servicios afectados. Son casi 9,5 kilómetros de las tuberías las que tienen que ser trasladados por los trabajadores de Metro Málaga para evitar la rotura de los mismos una vez se inicie la construcción de los muros pantalla en todo el eje de intervención.

Tras estas conducciones destaca la existencia de 25 servicios de electricidad, con 4,3 kilómetros; 18 de gas, con 2,3 kilómetros; 17 de alumbrado público, con 4,7 kilómetros; 17 de telecomunicaciones, con 2,9 kilómetros; 15 de telefonía, con 3,3 kilómetros, y nueve de tráfico, con otros 1,3 kilómetros.

Todo ello dibuja un escenario en el que los vecinos del entorno de calle La Unión podrán ver un gran número de empleados de Metro Málaga trabajando en la zona. Sin embargo, la incidencia de estas tareas, que se prolongará hasta mediados del próximo mes de junio, será mínima sobre la vida ciudadana y el tráfico. Preguntado por este extremo, el director del Metro, Enrique Urkijo, confió en que la actuación no tenga "tanta complejidad" como en Carretera de Cádiz, donde se localizaron servicios del tamaño de una línea eléctrica de 60.000 voltios que condicionó el avance de la obra, así como un antiguo oleoducto, que necesitó de un tratamiento especial.

Si bien el desarrollo de los desvíos de servicio no supondrá alteración para la circulación rodada de la Avenida Juan XXIII y calle La Unión, sí tendrá afección sobre los aparcamientos en superficie existentes en la zona. De hecho, según los cálculos de los responsables del proyecto, serán eliminadas unas 150 plazas de estacionamiento debido a que muchas de las conducciones que tienen que ser trasladadas se encuentran localizadas cerca de aceras o de las zonas de parking. No obstante, para contrarrestar la pérdida de estas plazas, Metro Málaga habilitará cerca de las vías del tren un total de 180 aparcamientos, cifra a las que se sumarán otras 130 en la explanada situada frente a la Comisaría Provincial de la Policía Nacional.

Al tiempo que se desvían estos servicios, las empresas constructoras ejecutarán las alternativas de tráfico necesarias para el momento en que se corte en su integridad el eje de calle La Unión. La planificación realizada de manera coordinada por Metro Málaga y el área de Tráfico del Ayuntamiento de la ciudad garantiza la circulación durante los 14 meses de obra en superficie en Juan XXIII, donde habrá dos carriles por sentido, frente a los tres actuales, e incluye una conexión con dos viales entre esta avenida y la calle Reboul, paralela a La Unión, por donde se desviarán los 12.000 vehículos de media que transitan a diario por esta calle. A ello se suma la inclusión de un tercer carril en Camino de San Rafael, que quedará dividido a la altura de calle Andarax en dos, para permitir la circulación en dirección a Cruz de Humilladero o a Juan XXIII.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios