Infraestructuras

El Metro, al rescate del pasado

  • Finalizan los trabajos para proteger y sostener la muralla nazarí de Callejones del Perchel

La Málaga del pasado y la del futuro por fin se dan la mano. Tras excavar en las entrañas de lo que fue la ciudad hace nueve siglos, los operarios del Metro finalizaron los trabajos para superar el delicado obstáculo que suponían los restos de la antigua muralla nazarí del arrabal de Atabanni para la continuación del suburbano en el tramo Guadalmedina-Renfe. Los vestigios de la Málaga musulmana han quedado así envueltos en una especie de caja que permitirá su conservación junto a las modernas infraestructuras de la que posiblemente sea una de las mayores obras en la historia reciente de la capital. La solución diseñada años atrás por los responsables del suburbano para proteger a sangre y fuego el conjunto arqueológico -formado por un elemento lineal así como una de las puertas de entrada a la Medina, rodeada por un torreón- consiste en la construcción de una plataforma de apeo que sostiene la muralla sin alterar su posición, puesto que atraviesa horizontalmente el paso soterrado por el que deberán pasar los trenes.

El sistema de protección de la muralla nazarí, declarada por la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía como Bien de Interés Cultural (BIC), para poder ejecutar el túnel bajo la misma tuvo unos trabajos previos de excavación de la tierra entre las pantallas -que abrazan el contorno cubierto con una capa geotextil- así como una serie de inyecciones de hormigón para impermeabilizar el hueco bajo la muralla y evitar la entrada de agua.

En una tercera fase, la cual completaron ayer los operarios del Grupo Ortiz -UTE constructora de la infraestructura y urbanización de este tramo-, se procedió a la construcción del elemento para sostener la muralla nazarí. Así, se procedió a la excavación y ejecución de una serie de micropilotes de hormigón bajo los vestigios que les dan estabilidad. Posteriormente se demolió parte de la pantalla transversal y se vació las tierras entorno a la muralla para hormigonar las vigas que conectan con los muros o pantallas del túnel.

El último paso de este procedimiento ha sido el de excavar bajo dichas vigas hormigonadas y colocar hasta siete unidades longitudinales que unidas entre sí han conformado la losa de soporte que, a su vez, descansa sobre dos vigas de gran canto en sus extremos apoyadas a su vez en las pantallas longitudinales del túnel. Finalmente, sólo quedaría la ejecución de la losa del vestíbulo de este primer nivel.

Esta estructura, para la cual ha sido necesario un complejo proyecto de ingienería complementario y un presupuesto de 6,8 millones de euros sin IVA, permitirá proteger y sostener la muralla bajo la cual se continuará excavando hasta 20 metros de profundidad, lo que permitirá construir los dos niveles restantes. Unos trabajos que, además, han supuesto el retraso del desarrollo del Metro aunque, según auguró ayer el delegado de Fomento, Francisco Fernández España, "se continuará con la hoja de ruta planteada y cumplir los plazos".

El futuro abraza así al pasado para preservarlo. Un tesoro que se remonta al siglo XIII y que la Junta de Andalucía pretende hacer visitable en un Centro de Visitantes situado en la superficie desde Callejones del Perchel.

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