Málaga

Noche de ilusión para todos

  • Los malagueños disfrutaron de la cabalgata, aunque con el recuerdo del atropello que vistió de luto la anterior

Era el deseo unánime de todos los malagueños: que la de ayer, pese al amargo recuerdo de la última edición por el trágico accidente, volviera a ser la cabalgata de la ilusión. Y se cumplió. El desfile de carrozas brilló casi tanto como la mirada de los niños en su noche más especial del año, aquella en la que es fácil ver a una señora de visón recogiendo caramelos o regateando el precio de un globo de Bob Esponja.

Desde mucho antes de las 16:45, hora en que Melchor, Gaspar y Baltasar acudieron puntuales a su cita después de pasar la noche en la Alcazaba, familias enteras esperaban para coger sitio frente a la escalinata del Ayuntamiento, donde el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, y otros miembros de la corporación también aguardaban impaciente la llegada de los Reyes. Andrea fue una de las primeras en llegar junto a sus progenitores. "Estamos aquí desde las 15:30. Hemos sido los primeros en coger sitio", explicó con ilusión el padre.

Y es que la cuenta atrás para tener a los auténticos Magos de Oriente a sólo unos metros había finalizado. Los primeros villancicos comenzaban a sonar a las 17:00 mientras sus Majestades se asomaban al balcón y disfrutaban de la mejor vista de todo el año: miles de manos alzadas que se movían a un ritmo vertiginoso en forma de saludo. Desde arriba, Diego García, en representación de todos los niños de Málaga, comenzaba a leer su carta de deseos. "Aprovechando que vivimos en una ciudad que siempre ha sido muy solidaria, queremos pedir que este año creamos que podemos ser mejores, esperanza en el futuro y caridad en nuestros corazones para seguir ayudando a los que más lo necesitan", destacó el pequeño.

En torno a las 17:45, daba comienzo el desfile desde el Consistorio con el pasacalles El gusano feliz, que daba paso a la primera carroza de la tarde, dedicada a la película Tadeo Jones y realizada por la asociación de feriantes de Málaga. Tras ella comenzaban a verse bolsas de patatas, piquitos y hasta mantecados, lanzados por varias pastorcillas desde el trono que este año patrocinaba la marca Sabor a Málaga.

El personaje infantil estrella, Dora la Exploradora, que encabezaba la tercera de las nueve carrozas que formaban la comitiva, cautivó a los más pequeños, casi tanto como los personajes de la popular serie de videojuegos Angry Birds. Tampoco faltaron los carteros reales, que dieron a los más rezagados la última oportunidad de enviar su carta a los Reyes Magos.

El nuevo recorrido de la cabalgata, que en esta ocasión evitó las calles más estrechas para incorporar otras como Armengual de la Mota o Mármoles, no disgustó a las familias, que, sin embargo lamentaban los pocos caramelos que, a su juicio, se repartieron durante el festejo. La indignación de algunos, que desconocían que en esta edición sólo los adultos lanzarían dulces por motivos de seguridad, fue tal que incluso coreaban al unísono: "¡Menos saludos y más caramelos!". "Me ha parecido que ha habido muchos menos que años anteriores", subrayaba un hombre, consciente de que su hija, que decía tener "todo los bolsillos llenos", no se comería ni siquiera una décima parte de lo recaudado.

Una opinión distinta aportó Mónica. Y es que la pequeña, de sólo 7 años, había decidido no coger ninguno de los más de 11.000 caramelos que se repartieron este año. "Dice que le da mucha pena lo que le pasó al niño en la última cabalgata, pero ella está emocionada porque vienen los Reyes. Nos iremos corriendo para acostarnos pronto", detalló la mujer mientras abandonaban el centro de la ciudad.

Melchor, Gaspar y Baltasar finalizaron su desfile pasadas las 21:30. Leche con galletas para ellos, agua para los camellos sedientos y zapatos a los pies del árbol. Sólo hace falta conciliar el sueño para que no nos encuentren despiertos.

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