Los paseos marítimos se han convertido en la capital en puntos de conflicto entre peatones y ciclistas; en la zona este por la falta de un carril bici que obliga a la convivencia entre ambos colectivos y en la oeste porque a pesar de su existencia los usuarios de bicicleta se resisten a utilizarlo en varios puntos. Por eso, el Ayuntamiento ha tomado cartas en el asunto y ha instalado nuevas señales con el objetivo de incrementar la seguridad en ambas zonas.

El Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso carece de una vía exclusiva para las bicicletas, por lo que tras el crecimiento experimentado en su uso, el transitar de los peatones se hace a veces complicado, sobre todo si los ciclistas circulan a gran velocidad. El área de Movilidad del Ayuntamiento ha optado en este caso por instalar un tipo de señalización en la que advierte de que es una zona compartida en la que la prioridad es peatonal, por lo que el ciclista debe adecuar su velocidad a la del peatón.

En el Paseo Marítimo Antonio Banderas, que sí está dotado con un carril bici, las señales que se han instalado advierten de la obligatoriedad de utilizar la vía ciclista, como está recogido en la ordenanza municipal.

Desde el área de Movilidad explicaron ayer a través de un comunicado que estas acciones están encaminadas a fomentar el respeto entre los colectivos que usan a diario el espacio urbano, en este caso concreto, entre los peatones y a los ciclistas. "Además, se da respuesta a las quejas de ciudadanos al respecto y con las señales se pretende reforzar la atención en distintos puntos", concreta la nota.

Alonso González, presidente del colectivo de usuarios de la bicicleta Ruedas Redondas, aseguró que estas medidas son necesarias porque por ejemplo en el caso del Pablo Ruiz Picasso "estamos invadiendo el espacio de los peatones al no disponer de uno propio, por lo que hay que fomentar la convivencia".