Las críticas de los socialistas por los niveles de deuda en el Ayuntamiento de Málaga escuecen a los populares y enervan al alcalde Francisco de la Torre, que las considera "inadmisibles" y que van más allá de los límites del respeto institucional. Aunque es en la flamante sede central del PP malagueño donde sus estrategas buscan las fórmulas precisas para evitar que este asunto les haga empezar con mal pie la precampaña, conscientes, de una parte, de que los temas del bolsillo son los que más llaman la atención del ciudadano y de otra, que el PSOE no soltará el bocado al estar convencidos de que han pinchado en hueso.

Razón por la que Elías Bendodo, presidente de los populares malagueños, dirigió toda su batería de ataque contra el presidente Griñán, el autor de las primeras consideraciones sobre la deuda municipal, tras la celebración ayer lunes de la reunión del comité de dirección del PP que abría las actividades del nuevo curso político. Bendodo que dijo que Griñán "no quiere y no le interesa que Málaga crezca", se preguntó públicamente que "cómo puede decir Griñán que el alcalde se dedica a hacerse fotos con él cuando De la Torre es conocido por el 98 por ciento de los malagueños y Griñán sólo por el 28 por ciento; será más bien al revés".

Bordeando el ya citado límite del respeto entre instituciones, el responsable del PP de Málaga se dirigió al presidente de los andaluces con el nombre de marqués de Griñán, gracia utilizada por los populares por el gasto realizado en el sevillano Palacio de San Telmo, para recordarle que "los ayuntamientos están endeudados porque asumen hasta un 30 por ciento de competencias que son de la Administración regional" y rematar con un tópico fácil de color localista, "cuando insulta al alcalde de Málaga, también lo hace a todos los malagueños".

De lo que ha trascendido del contenido de esta reunión de dirección de los populares malagueños, destacar la incorporación a la misma de varios nombres, entre los que se encuentran los alcaldes de Nerja y Alhaurín de la Torre, José Alberto Armijo y Joaquín Villanova respectivamente, y la senadora Patricia Navarro, muy vinculada al ex presidente Joaquín Ramírez, y que sustituye a Carmen Casero.

Además, hay que llamar la atención sobre algunos ajustes en el inmenso organigrama de la cúpula de esta organización en la que Bendodo trata de mantener contentas a todas las familias populares. El eficaz Carlos Conde pasa a ser la mano derecha del presidente, sustituyendo a Juan Jesús Bernal, que sigue en la dirección, aunque destinado, en plan embajador, a Estepona para ayudar al inexperto candidato José María García Urbano y, de paso, no quitarle ojo al presidente local Ignacio Mena. De la complejidad de la plaza de Estepona habla también la decisión de la dirección del PSOE de Málaga de designar allí como portavoz socialista al diputado provincial Fernando Centeno, sin duda un refuerzo para la precariedad política que sufre David Valadez.

Por cierto, que ayer lunes se celebró, casi en paralelo a la reunión del PP, el primer encuentro de representantes institucionales del PSOE malagueño para analizar las prioridades del curso que comienza, con el empleo como tema estrella. Cuentan que la tensión entre algunos de los presentes era hasta palpable.