No se cansan de asegurar desde Educación que es una decisión de ámbito regional ya tomada, pero los padres malagueños no piensan dejar de luchar para que sus hijos recuperen la misma calidad en el almuerzo que tenían hasta el curso pasado. Un centenar de padres y representantes de una quincena de colegios que han perdido la cocina directa en sus centros este año se manifestaron ayer a las puertas del Edificio Negro contra el catering que sirven a los escolares. Éste fue el primer paso de una serie de movilizaciones que continuará con una concentración ante el ente Infraestructuras y Servicios Educativos el próximo 12 de noviembre.

En los 25 años de vida del colegio Luis Buñuel siempre se ha cocinado en el propio centro. Este año, la empresa sevillana Catering La Única es la que les sirve unos menús "hipocalóricos en los que llega todo muy seco, en los que se han encontrado pescado con espinas, plástico del envasado en las comidas, un estofado en los que no se ve la carne ni por asomo y plumas en los muslos de pollo", según comentó ayer la presidenta del AMPA Maribel Navarro. Además, han servido en un buen número de ocasiones un pescado asiático llamado tilapia, que aseguran que es de "muy poca calidad". Si el año pasado comían en el Luis Buñuel 330 niños y había lista de espera, este año las cifras de comensales se han reducido a casi a la mitad. "El otro día teníamos a 170 en el comedor", aseguró Navarro. Los padres aseguran que "pagan mucho para que luego tengan que volver a almorzar en casa".

El mismo problema tienen en el CEIP Ricardo León y en otra decena de colegios abastecidos por esta firma sevillana. Según la presidenta del AMPA del Ricardo León, María Martín, "ahora la empresa da carta blanca para que el colegio compre lo que falta y es la cocinera la que les tiene que añadir a los platos carne, pescado, huevos y caldo, que sale a comprar a diario". Lo que se preguntan desde este centro es que "si la decisión de quitar la cocina in situ era cuestión de manipulación e higiene" cómo ahora se permite que se rehagan los platos en el propio centro "en vez de salir en condiciones desde las cocinas centrales", apuntó María Martín.

En el colegio Guadaljaire llevan cuatro años trabajando con la misma empresa, Serunión. Siempre habían tenido cocina directa, pero este año reconocen que se nota la diferencia con los menús transportados. Esto ha motivado que la mitad de los usuarios se hayan dado de baja. Otros centros, como el García Lorca, que aún conservan su comedor tradicional quisieron apoyar la protesta porque "sabemos que el año que viene vamos a tener la línea fría y no estamos dispuestos a que nuestro hijos coman mal", dijo la presidenta del AMPA, Mariló Luque.

El delegado de Educación recibió a una representación de madres para incidir en que la línea fría está ya implantada en el 60% de los colegios andaluces y que tiende a generalizarse porque es la que más garantías ofrece. El 19 de noviembre los directores volverán a reunirse con La Única en el ISE para valorar si se están siguiendo las propuestas de mejora que le hicieron hace unos días. "He querido dejar claro que ni la delegación ha hecho los contratos, ni tiene relación con la empresa y, por tanto, no le puede exigir, eso lo tiene que hacer el ISE", comentó Escámez, que jugó su papel de mediador.