De forma desinteresada y sin coste alguno. Así es la labor que presta un grupo de traductores voluntarios en la Comisaría de la Policía Nacional de Torremolinos-Benalmádena y en los centros sanitarios. Por este motivo, ayer el alcalde de Benalmádena, Enrique Moya, quiso rendir un homenaje a estos improvisados traductores que realizan esta labor en el municipio desde hace más de una década.

"Ahora cumplen diez años de fiel compromiso con este municipio, por lo que hemos querido darles las gracias con este sencillo acto. La labor que desempeñan es muy importante para nuestra comunidad de extranjeros, ya que traducen y ayudan desinteresadamente a las personas que conviven con nosotros pero que no hablan nuestro idioma y que se enfrentan cada día a todo tipo de problemas", explicó el regidor.

Por su parte, la coordinadora del grupo, Mercedes Kipp Ebiari, señaló que actualmente realizan estas labores un total de 14 personas que hablan siete idiomas distintos; desde el fines al inglés, pasando por francés o sueco.

"Nos organizamos en dos turnos distintos durante la semana, por lo que trabajamos un par de días cada uno. Ayudamos sobre todo a la hora de presentar papeleo, así como a la hora de tramitar denuncias o conseguir la tarjeta de residencia. De todo un poco, pero siempre coordinados con la Policía Nacional", detalló.

Asimismo, la coordinadora informó de que el 95% de los miembros son pensionistas que ven en este servicio "una buena manera de agradecer el cariño con el que nos han acogido", ya que la mayoría de ellos son de origen extranjero, aunque residentes en esta localidad de la Costa del Sol.