100 meses. Cifra redonda que da forma al tramo crítico del Metro en Callejones del Perchel y la Avenida de Andalucía. Ocho años y cuatro meses que se suman desde que por vez primera las zanjas del suburbano se hicieron presentes en la antesala del Centro. Fue un 28 de enero de 2010 cuando los operarios de Ortiz, la empresa a la que meses antes la Junta de Andalucía había adjudicado la construcción del trazado Renfe-Guadalmedina, iniciaron la ocupación del espacio urbano a modo de conquista nunca culminada.

En la larga deriva de esta parte de la infraestructura ferroviaria han sido varias las ocasiones en las que esos mismos obreros abandonaron el tajo, hasta desaparecer de manera permanente hace ahora 32 meses en la zona próxima a El Corte Inglés. El fracaso en este trazado es aún mayor si se tiene en cuenta que la previsión inicial para el desarrollo del tramo completo era de apenas 18 meses (13 meses en la afección en superficie; otros cinco meses de excavación del túnel). Los 713 metros de longitud que componen este trazado (casi el doble si se tiene en cuenta que parte del mismo es doble nivel), tenía un presupuesto pactado de 49 millones de euros. Pero de lo programado a lo real existe un abismo. Del tramo en su integridad se da por ejecutado, según los datos oficiales manejados por la Agencia de Obra Pública de Andalucía, un 65%. Queda por delante, aún sin saber qué firma asumirá la tarea, la reactivación y terminación de ese otro 35% de la obra, con del orden de 27 millones de euros más de gasto.

Y eso solo tomando como referencia la fase de infraestructura, a la que habrá que sumar las etapas correspondientes a las instalaciones, superestructura, comunicaciones, arquitectura de la estación Guadalmedina... Piezas del montaje de un tramo infinito, en el que la Junta tiene el reto de cumplir el último cronograma puesto sobre la mesa, que fija la llegada de los trenes hasta la Alameda Principal a lo largo del año 2020. Que sea posible, depende, en buena medida, que se acelere la maquinaria en Callejones del Perchel y la Avenida de Andalucía, donde, a la espera de otras novedades, el calendario ya empieza a echarse encima.

La medida de 100 meses es de una dimensión impensable en los orígenes del Metro. Sirva como ejemplo que la unión temporal de empresas a la que originalmente se adjudicó la construcción y explotación comercial del suburbano, encabezada por FCC, asumió el compromiso de ejecutar los cerca de 14 kilómetros de la red completa (integrada por las líneas de Carretera de Cádiz y Teatinos, con final en La Malagueta) en 40 meses.

El extenso lapso de tiempo transcurrido desde que se abrieron las primeras zanjas en el Renfe-Guadalmedina encuentran parte de su justificación en los imprevistos arqueológicos con los que se topó la obra, en la crisis económica que mermó las arcas autonómicas y su capacidad real para hacer frente a los costes del tramo... Y como consecuencia de todo ello, la tensión entre los socios público y privado se convirtió en protagonista de la intervención. Tanto es así que las diferencias económicas entre lo exigido por Ortiz y lo aceptado por el Gobierno andaluz acabó provocando la resolución del contrato entre las partes, trámite que formalmente no quedó completado hasta la pasada semana.

Superada esta parte del largo trámite que se inició hace más de un año, la Consejería de Fomento ya tiene el camino expedito para poder adjudicar los trabajos. Aunque esa determinación tampoco va a ser inmediata. El propio consejero del ramo, Felipe López, se limitó el pasado jueves en el Parlamento andaluz a apuntar que la contratación se producirá en poco tiempo, pero sin precisar cuánto. Básicamente porque antes de que el órgano ejecutivo de la Agencia de Obra Pública de Andalucía pueda apuntar a una de las empresas que concurren al concurso, el Consejo de Gobierno andaluz ha de avalar la inversión prevista en esta actuación, al ser superior a los 12 millones de euros.

Con todo, en el mejor de los casos el desbloqueo definitivo en la parte administrativa puede alargarse al menos a la primera semana del mes de junio. Será en ese momento cuando objetivamente podrá iniciarse la cuenta atrás para el arranque de los trabajos en Callejones del Perchel y la Avenida de Andalucía. En la primera parte, para concluir la infraestructura avanzada, con el primer nivel del túnel ejecutado; en la segunda, aún está todo por hacer, incluyendo los muros pantalla que deben dar forma al túnel y la posterior excavación del paso soterrado.

Es justamente la infraestructura y reurbanización de la zona afectada por la obra la que obliga a la futura empresa adjudicataria. Pero el desarrollo de estas etapas por sí solo no es suficiente para poner en carga el tramo. Para ello, antes habrá que acondicionar el túnel con la superestructura, las instalaciones y comunicaciones necesarias, lo que requerirá de algunos meses más a contar desde la terminación de la infraestructura. En el seno de la Junta se mantiene la referencia temporal de 2020, sin situar a qué altura de ese ejercicio será posible ver los trenes prolongar su recorrido desde el intercambiador de Renfe hasta la Alameda Principal. La propia consejería viene advirtiendo desde hace meses que ese recorrido se hará, al menos durante cinco o seis meses, sin parada intermedia en El Corte Inglés, debido a que la construcción de la bautizada como estación Guadalmedina necesitará de algunos meses más.