Málaga

Policías acusados por la muerte de un hombre defienden su forma de actuar

  • El principal procesado asegura que se apoyó en su omóplato pero que siguió el protocolo

Los cuatro policías locales de Marbella acusados por la muerte de un hombre cuando lo intentaban reducir en la calle defendieron su forma de actuar en la intervención, ya que la víctima tenía una actitud "agresiva" y podía ponerse en peligro él o a los viandantes. El principal procesado admitió que se apoyó en el omóplato del fallecido, pero que siguió el protocolo.

La Sección Segunda de la Audiencia de Málaga inició ayer el juicio a estos cuatro agentes. El fiscal sólo acusa a uno de los policías locales por un delito de homicidio por imprudencia, mientras que la acusación particular, que representa a la familia del fallecido, acusa a los cuatro y por más delitos. La vista oral continuará hoy y los días 23 y 24 de este mes de noviembre.

Los hechos sucedieron en 2006. El agente acusado tanto por el ministerio público como por la familia del fallecido explicó que llegó junto a su compañero en apoyo de dos agentes, que en ese momento estaban sobre el hombre intentado reducirlo. Dijo que el otro se puso en la parte de las piernas y él sobre la parte delantera, llegando a apoyarse sobre el omóplato unos segundos. Asimismo, indicó que es la forma de actuar "por protocolo" para inmovilizar totalmente a una persona para impedir que se autolesione o que llegue a hacer daño a otras personas; aunque negó que golpeara al hombre en la cabeza. Declaró que cuando llegó no vio si el fallecido tenía las esposas puesta o no, pero que luego sí se dio cuenta de que las llevaba.

Su compañero manifestó que cuando llegó al lugar ya estaban los otros compañeros actuando y no vio si el hombre tenía los grilletes puestos o no. Él se colocó en la parte de las piernas, mientras el otro fue a la parte delantera, pero no pudo ver si le presionó. Al poco tiempo, precisó, el hombre dejó de ofrecer resistencia.

Los agentes que actuaron en primer lugar señalaron que acudieron por el aviso de que había una persona alterada. Lo localizaron totalmente mojado, con un pantalón de pijama e intentaron hablar con él pero no les hacía caso. Incidieron en que era muy corpulento, "se revolvía", posiblemente estaba bajo los efectos de sustancias, pudiendo ser "peligroso"; y temieron que pusiera en peligro su vida o la de otros ciudadanos.

Así, dijo que se vieron "en la obligación" de controlar y reducir al hombre, admitiendo uno de los agentes que le dio con la defensa reglamentaria, pero estando de pie, nunca en el suelo; y no en la cabeza. Cuando ya estaban los cuatro, vieron que la cara le empezó a cambiar de color y pensaron que era hipotermia, por lo que le quitaron los grilletes y llamaron a la central para avisar a una ambulancia. La Fiscalía sostiene que el policía al que acusa se colocó "presionando fuertemente al detenido", al tiempo que le agarraba la cabeza "taponando la entrada de aire en la boca y nariz".

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