Málaga

Un Primero de Mayo más caliente que nunca

  • Unas 2.000 personas asistieron ayer a la concentración organizada por CCOO y UGT, cuyos representantes criticaron la reforma laboral, los recortes y hasta a Urdangarín

El Primero de Mayo de ayer no fue como el de otros años. Hay récord de parados, está vigente una reforma laboral perjudicial para los intereses de los trabajadores y el Gobierno ha anunciado fuertes recortes en numerosas materias, incluyendo la educación y la sanidad. El horno no está para bollos pero el ambiente está más caliente que nunca. Los representantes provinciales de CCOO y UGT así lo demostraron ayer en el mitin-concentración que organizaron en La Misericordia tras arremeter, en ocasiones de forma bastante dura, contra Mariano Rajoy y su gobierno. Lo más suave que le dijeron fue "mentiroso", espoleados por los aplausos de unos 2.000 asistentes y por un muñeco disfrazado de Rajoy con una nariz de Pinocho. 

Inició el ataque el secretario general provincial de CCOO, Antonio Herrera, hacia las 12:30. "Que miserable es el Gobierno del PP que con la coartada de la crisis quiere quitar el derecho a la salud", afirmó en referencia a la disminución del gasto y al copago en la sanidad. Herrera denunció que en el primer trimestre del año, ya con el PP en el poder, hay cerca de 400.000 parados más en España, "lo que ha supone el fracaso de la reforma laboral, que se ha hecho para quitarle los derechos a los trabajadores y ponerlos a los pies de los empresarios y los nuevos señoritos". De paso, el máximo responsable de CCOO en Málaga llamó "estafadores" al PP y afirmó que este partido "ha sacado la cara más fea, la que genera desigualdad y pobreza". 

Herrera exigió que el Gobierno, en lugar de ofrecer una amnistía a los defraudadores, combata el fraude y la economía sumergida, que los ciudadanos paguen impuestos en función de su renta y que haya un pacto de estado entre todos los partidos para salir de la crisis. "El PP no quiere ese pacto, quiere una nueva dictadura con el argumento de los votos", señaló el dirigente sindical mientras muchos le aplaudían y algún que otro oyente aprovechaba la existencia de máquinas de gimnasia en el paseo marítimo para ejercitar un poco los músculos. 

Le llegó el turno a Manuel Ferrer, el líder de UGT en Málaga, y tuvo algunos momentos realmente buenos en cuanto a gracejo popular, al margen de que las comparaciones puedan hacer más o menos gracia en función del entrevistado. Dijo, sin citarla expresamente, que a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría "la llaman la niña del Exorcista porque da miedo cada vez que habla" en alusión a nuevos recortes, y, siguiendo con las frases preparadas, argumentó que "las gaviotas [del PP] se han convertido en cuervos que nos están sacando los ojos a los trabajadores". 

Ferrer lamentó que en Málaga "hay 257 parados más cada día", destacó que la clase media está desapareciendo "porque no tiene trabajo y el banco se queda con todo", explicó que "todo lo que dijimos los sindicatos antes de la huelga general se está cumpliendo", llamó "gentuza" al PP y lanzó ataques contra el Rey y su yerno Iñaki Urdangarín. "Se ha llevado 3 millones de euros y no quiere ir a la cárcel, y luego hay gente en la cárcel por robar en un supermercado para dar de comer a su familia", espetó. Hasta la alemana Angela Merkel se llevó una reprimenda. 

El Primero de Mayo, además de un día de fiesta del trabajo, se convirtió en un acto más de protesta contra las medidas de Rajoy y ni el PSOE ni IU quisieron desaprovechar la oportunidad de subirse al carro. Al mitin acudieron numerosos representantes de ambos partidos como el consejero en funciones Luciano Alonso, la diputada y ex ministra Trinidad Jiménez, el secretario general provincial del PSOE Miguel Ángel Heredia, la delegada del Gobierno andaluz Susana Radío, el diputado nacional por IU José Luis Centella o el coordinador provincial de IU José Antonio Castro. Todos criticaron abiertamente las reformas del PP. "No nos sentimos felices de festejar este Día del Trabajo con esta cantidad de recortes, con el paro y una reforma laboral sin precedentes y dolorosa. Lo que era siempre una fiesta ahora es tristeza. Algunos nos quieren volver 30 años atrás y el PSOE va a intentar que eso no sea posible", dijo Alonso.

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