El Prisma

Prometiendo que es gerundio

  • Quedan días para que los candidatos aprovechen para anunciar y prometer cuanto sea necesario para provocar la admiración de los futuros votantes y para abrazar a todo ser humano que se mueva

AL bueno de Juan Manuel Moreno Bonilla, que es como se llama el enésimo candidato que presenta el Partido Popular en su titánico reto de alcanzar la Presidencia de la Junta de Andalucía, se le va a hacer larga la recta final a los comicios del próximo 22 de marzo. Por lo menos en lo que a la provincia de Málaga se refiere. Tal es el ritmo de anuncios que ha alcanzado que de no bajar un poco el pistón se va a quedar sin nada que llevar a la boca de los ansiosos electores en las dos semanas oficiales de campaña electoral.

En apenas un abrir y cerrar de ojos, el presidenciable popular ha puesto sobre la mesa su compromiso formal por construir un tercer hospital en la zona Este de Málaga capital, coincidiendo con los históricos deseos del Ayuntamiento, también del PP, y por dar impulso a dos grandes reinvidicaciones históricas: la reordenación del cauce del río Guadalmedina en su traza urbana y el tren litoral. Nada más y nada menos.

De hecho, dada la envergadura de este trío de actuaciones, Moreno Bonilla, de ser elevado a la categoría de líder regional, tiene bien sencillo el diseño de los presupuestos autonómicos para la provincia de Málaga en los cuatro años que se avecinan. A los números nos remitimos. A la espera de que los técnicos que vienen trabajando desde hace meses en la integración urbana del río, herida para muchos, no parece descabellado pensar en que la demanda económica requiera de más de un centenar de millones de euros.

Bien es cierto que la factura, de tomar forma, habrá de ser repartida con otros actores públicos implicados en la iniciativa, caso del propio Consistorio y el Gobierno central. Seguramente consciente del delicado estado económico de las arcas de las administraciones públicas, así como de las limitaciones impuestas desde Madrid, Moreno Bonilla, en un desayuno informativo celebrado la pasada semana, dejó ver la existencia de inversores privados dispuestos a participar activamente en tan ansiado proyecto.

Inversores de los que, me da por pensar, saben poco en la Fundación Ciedes, ente impulsor de la iniciativa. Ante la alusión directa del presidente del PP-A andaluz a inversores, llaménmen mal pensado, se me aparece la imagen de un ladrillo. O para ser más justos, de muchos ladrillos uno encima del otro. Relacionar la solución del cauce urbano al de promotores obliga a hablar de plusvalías urbanísticas en un espacio cuanto menos sensible.

Salto mayor es el que se requiere para hacer trascender el corredor ferroviario de la Costa del Sol del escenario de lo onírico al terrenal. Al oír al candidato a la Presidencia de la Junta se incrementa el galimatías en el que con el paso de los años, casi tres lustros desde que a Manuel Chaves le dio por anunciar en Marbella tan necesaria infraestructura ferroviaria, ha acabado por convertirse un gigante al que se asocian cifras como 5.000 millones de euros de inversión. Porque, ¿quién ha de acometer este proyecto? ¿Y de qué proyecto hablamos?

El Ministerio de Fomento admite abiertamente que el diseño al que dio forma años atrás la Administración regional, que imaginaba un gran túnel entre Fuengirola y Estepona con capacidad para absorber circulaciones de Cercanías, media distancia y Alta Velocidad, está definitivamente enterrado. Y anuncia para las próximas semanas la presentación de un estudio sobre la viabilidad de llevar el Cercanías hasta Marbella y Estepona. ¿Qué pretende impulsar entonces Moreno Bonilla? ¿Un proyecto semejante al comprometido por la ministra Ana Pastor? No tendría sentido. ¿Un proyecto semejante al de la Junta? No tendría sentido.

Quedan días, con todas sus horas, para los candidatos aprovechen para anunciar y prometer cuanto sea necesario para provocar la admiración de los futuros votantes, para abrazar a todo ser humano que se mueva, para besar sin descanso, para ensalzar las raíces obreras de sus familias, para subrayar lo embarazado de su estado... Quedan días hermosos por delante... Demasiado hermosos. Que acaben ya.

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