Funcionarios de la prisión de Alhaurín de la Torre se han concentrado este viernes a las puertas de la prisión para condenar las últimas agresiones registradas en distintas cárceles de España. Los trabajadores, en un acto que ha sido organizado por la Asociación Tu Abandono Me Puede Matar (TMPM), han denunciado la violencia que vienen padeciendo en las últimas semanas. "Estamos desolados. La situación es insostenible", ha expresado la portavoz, Elena Getino. 

La protesta, que ha dado comienzo a las 12 del mediodía, ha contado con una treintena de personas que han mostrado su rechazo a la agresividad que, destacan, están viviendo en los centros penitenciarios por la "falta de medios y de protección", una reivindicación que ya consideran "histórica". "Tememos que haya una desgracia", ha apostillado la responsable de la asociación.

Uno de los últimos episodios tuvo lugar hace unos días en la cárcel coruñesa de Teixeiro, donde seis funcionarios, según informó entonces Efe, resultaron lesionados después de que un recluso de 25 años atacara a uno de ellos con el palo de una escoba que previamente había astillado e intentara agredir a dos internos.

El incidente se originó a la hora de la cena, cuando sin mediar palabra, supuestamente, el recluso la emprendió contra un funcionario. Con el palo de la escoba, que había quedado astillado tras haberlo partido, el interno pinchó al funcionario en la cadera e inmediatamente intentó clavárselo a otros dos reclusos, a los que ocasionó lesiones muy leves.

En abril, varios trabajadores de la prisión de Archidona, que habían sido citados a declarar en el juzgado por la muerte de un preso a manos de otro, tuvieron que ser escoltados tras sufrir "toda clase de insultos y amenazas" por parte, supuestamente, de familiares del interno al que le propinaron la paliza, según indicaron desde Tu Abandono Me Puede Matar, que destacó que los empleados "habían intentado salvarle la vida" el día en el que recibió los golpes y, sin embargo, se encontraron con una "encerrona".

La situación "llegó a tal punto" que las fuerzas de seguridad que se encontraban allí presentes se vieron obligadas a pedir ayuda. La Policía Local acudió hasta la zona y escoltó a los funcionarios hasta sus vehículos para que, de esta forma, pudieran abandonar las instalaciones. 

El detonante, según la citada asociación, fue el hecho de que se citara el mismo día tanto a los allegados del recluso fallecido como a trabajadores. Así, el colectivo tenía previsto solicitar que, tanto los juzgados como los centros penitenciarios, "fomenten que los funcionarios citados puedan declarar mediante videoconferencia".