El grupo Málaga para la Gente abre una nueva vía con la que intentar erosionar la construcción del hotel-rascacielos de 150 metros de altura en el puerto de Málaga. Y lo hace promoviendo la petición al Pleno del Ayuntamiento para que formalice la solicitud ante la Unesco de la declaración del paisaje de la capital, en especial de su bahía, como Patrimonio de la Humanidad. La iniciativa parte de la premisa fijada por el ente asesor de la Unesco en temas de patrimonio, Icomos, que en un informe en el que recomendaba no ejecutar la torre diseñada por José Seguí, subrayaba el efecto negativo que este inmueble tendría sobre una potencial aspiración de Málaga a ser reconocida por este organismo de las Naciones Unidas.

La presentación de esta moción por vía de urgencia coloca al alcalde, Francisco de la Torre, de inicio, en una tesitura, ya que si bien se ha demostrado firme defensor del edificio impulsado por un grupo de inversión catarí, también se presentó a la reelección en 2015 con un programa del que formaba parte postular el reconocimiento del Centro histórico como patrimonio material. Dos realidades que, a tenor del informe de Icomos, son claramente contrapuestos. Muestra de ello es la conclusión que expresó uno de los autores del informe, Víctor Fernández, quien llegó a advertir del efecto "irreversible" del rascacielos sobre el paisaje de la ciudad. "Un rascacielos que rompa los frágiles valores en los que se sustenta el paisaje sería cortarse una pierna antes de empezar la carrera; la torre acapararía el protagonismo de la imagen de la ciudad y la pondría a su servicio; empequeñecería todos los hitos patrimoniales que durante siglos han sido la quintaesencia de la personalidad malagueña (Catedral, Alcazaba, Gibralfaro)", sentenció.

El portavoz de Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, puso en valor el "hito" fundamental de ese paisaje y en concreto de la bahía y del puerto, al tiempo que lamentó que el mismo no esté protegido. En el marco de la iniciativa, se apunta la puesta en marcha de una campaña informativa sobre la propuesta y se señala como segundo punto la necesidad de que el Ayuntamiento asuma las recomendaciones de los asesores de la Unesco, en el sentido de renunciar al hotel. "El rascacielos nunca sería un icono de la ciudad", aseguró.