Se llama 3DZings, haciendo una burla en inglés por la variedad de cosas que pueden modelar y fabricar en tres dimensiones y que está permitiendo que esta joven empresa malagueña, nacida en 2014, esté aumentando su cartera de clientes, su plantilla y su facturación en un segmento en el que aún queda casi todo por decir. De hecho, los expertos aseguran que la impresión 3D es uno de los sectores con mayores posibilidades de crecimiento en los próximos años. Su producto más llamativo es la reproducción fiel de personas en pequeñas estatuas, conocidos como avatares, aunque su principal actividad se centra en el área industrial, tanto para empresas como para particulares.

Su impulsor es Jorge Zurita. Era el responsable de desarrollo de productos de módulos fotovoltaicos de concentración en Isofotón. Diseñaba piezas de forma habitual y recorrió medio mundo analizando proyectos técnicos, aunque Isofotón se fue a pique y tuvo que salir en 2013. "Vi que para probar un modelo se tardaba mucho porque en ese momento no se utilizaban impresoras de tres dimensiones y había proveedores lejanos, por ejemplo, en China. Detecté esa carencia de proveedores de un prototipado rápido y, entre que quería montar mi propia empresa y que me gustaba ese ámbito, empecé en 2014", narra Zurita.

Invirtió 30.000 euros en la adquisición de maquinaria y ofrecía los servicios de impresión a compañías industriales malagueñas, trabajando así para Fujitsu o varias del PTA. Tiene dos tipos de clientes. Por una parte, hay empresas grandes que realizan diseños y le encargan a 3DZings solo la impresión y pymes que les solicitan trabajos a medida y, por otra parte, atienden a particulares que les piden repuestos, moldes para cocinas o los famosos avatares. Para hacer una de estas figuras, que son un calco de la persona, escanean previamente al cliente con una especie de cámara fotográfica, lo diseñan en el ordenador e imprimen la figura. Cuesta 120 euros la unidad, aunque depende del volumen. El empresario señala, por ejemplo, que está en negociaciones con el Málaga CF para producir y comercializar figuras de los jugadores. También está trabajando con parejas de novios.

Esta firma se convierte, además, en un departamento técnico para emprendedores con pocos recursos. "Nos viene gente con ideas o patentes que quieren desarrollar y nosotros le hacemos un diseño y un producto terminado para que estos clientes vean si se puede vender", añade.

Se puede imprimir prácticamente todo, por lo que han hecho proyectos curiosos. El más interesante para Zurita fue la creación de dos maquetas de barcos para Navantia para un curso formativo. "Eran completamente desmontables y cada barco tenía 900 piezas fabricadas a medida que encajaban perfectamente y que requirieron 1.000 horas de impresión", recuerda. Otro producto que fabrican, atendiendo la demanda de un cliente madrileño, es Mandarina Lips. Es un producto con forma de mandarina que permite aumentar el tamaño de los labios con fines estéticos durante unas horas. Ya han hecho 10.000 unidades.

Uno de los ámbitos en los que quieren crecer es el médico. Ya pueden hacer prótesis externas o incluso recreación de huesos, aunque aún no pueden ser implantados en las personas. También, asegura, "tenemos la capacidad técnica necesaria para convertir resonancias magnéticas en piezas de tres dimensiones". Se habla de imprimir comida y se puede hacer incluyendo alimentos en varias boquillas de la impresora, aunque Zurita no lo ve muy productivo.

Cuentan ya con un centenar de clientes, facturan 60.000 euros y son cuatro empleados. Zurita afirma que "estamos preparados para crecer más" y en 2016 prevé casi duplicar sus ventas. Trofeos conmemorativos, maquetas arquitectónicas para empresas y proyectos fin de carrera, pendientes, fundas de móviles... Miles de productos han pasado por las impresoras de esta firma malagueña y están abiertos a nuevos retos.