Los sindicatos Comisiones Obreras y UGT denunciaron ayer que el trabajador fallecido el pasado jueves en Málaga no estaba dado de alta en la Seguridad Social. Se trataba de un joven brasileño de 21 años que murió al ceder un camión en el que cambiaba unas pastillas de freno.

Numerosos dirigentes sindicales se concentraron ayer frente a la Delegación Provincial de Empleo por la primera víctima mortal de la siniestralidad laboral en la provincia. Allí, insistieron en la necesidad del cumplimiento de las medidas de prevención en los tajos.

La secretaria de Salud Laboral de Comisiones Obreras de Málaga, Rosa Martín, aseguró que el trabajador carecía de formación y medidas de seguridad y anunció que su sindicato exigirá a la Inspección de Trabajo que "tome las medidas oportunas ante lo sucedido". Su organización ha exigido que la crisis actual no sea motivo para que las medidas de prevención de las empresas pasen a "un segundo plano", y recordó que Málaga fue la segunda provincia andaluza con mayor siniestralidad laboral en 2008, con 19 personas.

Por su parte, el secretario provincial de UGT, Manuel Ferrer, indicó que en la empresa en la que se produjo el accidente la pasada semana no existía representación sindical porque "cierto tipo de empresarios no quieren que haya para evitar el control que pueden realizar los sindicatos".

Ferrer, que criticó el "enriquecimiento de algunos de los empresarios a costa de la vida de los trabajadores", reclamó celeridad a las administraciones para que investiguen las causas exactas de este accidente.

El accidente se produjo el jueves a las 13:40 horas en una empresa ubicada en el polígono Santa Rosalía-Maqueda de la barriada malagueña de Campanillas cuando el vehículo se le vino encima al trabajador. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron agentes de la Policía Local y Nacional, así como del Servicio de Emergencias del 061, que sólo pudieron certificar la muerte del joven.