Tres agentes de la Guardia Civil consiguieron detener en el municipio de Ronda un coche en marcha porque el conductor había perdido el control del mismo debido a un fuerte dolor que sufría en el pecho y en la zona renal, según informó ayer la Benemérita.
Los hechos se produjeron la semana pasada en la Avenida de Málaga, a la altura del acuartelamiento de la Guardia Civil, cuando los agentes, pertenecientes a los puestos de Cañete la Real y Ronda, observaron el vehículo que circulaba a velocidad anormalmente reducida y describiendo una trayectoria atípica.
Los guardias civiles vieron que el conductor conducía con la cabeza apoyada en el volante y que estaba invadiendo el sentido contrario de la circulación. Por ello, iniciaron una carrera hasta alcanzar el turismo, consiguieron accionar el freno de mano y detener el turismo antes de que sufriera un accidente.
Una vez parado el coche, dos de los agentes de la Benemérita sacaron al conductor y lo situaron en el suelo, adoptando la posición que se considera sanitariamente de seguridad básica, ya que presentaba un dolor en el pecho y en la zona renal.
Tras avisar a los servicios sanitarios, éstos determinaron, en una primera evaluación, que el conductor podría estar sufriendo un cólico nefrítico o el inicio de un infarto de miocardio, por lo que fue trasladado al Hospital Comarcal de Ronda.
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