De la Torre abandera los Baños del Carmen

El proyecto privado para recuperar los Baños del Carmen al descubierto. Y con un padrino especial, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. El regidor del PP es el encargado de inaugurar hoy una particular exposición sobre la propuesta de intervención puesta sobre la mesa por los actuales concesionarios del emblemático enclave, una unión temporal de empresas integrada por Vera y Acha.

La presencia del alcalde reafirma el aval que públicamente ya ha dado a la opción de que sean los socios privados los que asuman el coste de recuperar el entorno, con una inversión estimada en 14 millones de euros. Un apoyo más apreciable aún después de que se conociese la existencia de un informe de la Gerencia de Urbanismo rechazando el diseño inicial realizado por los arquitectos Salvador Moreno Peralta y Francisco Taboada, al entender de vulnera el plan especial aprobado.

El equipo de gobierno del PP parece estar dispuesto a hacer los ajustes necesarios para que el tren de la iniciativa privada no pase de largo. Fuentes municipales apuntaron la posibilidad de introducir variaciones en el plan especial, así como en el proyecto de Vera y Acha, en la idea de que ambos encajen. El objetivo es allanar el camino a una iniciativa que, a juicio del Ayuntamiento, permitiría sacar del abandono un proyecto del que se viene hablando en la capital de la Costa del Sol desde hace casi treinta años.

La incapacidad económica del Ministerio de Medio Ambiente hace que tome fuerza la posibilidad de que sean los privados los que, a cambio de una ampliación de la concesión y de que se le permitan usos con los que recuperar el aporte económico, costeen los trabajos necesarios. Las acciones centrales en este retorno de la inversión son la construcción de un hotel de cuatro estrellas y unas 120 habitaciones en una parcela contigua a los baños, actualmente ocupada por un lavadero de coches, y de un aparcamiento de rotación para 150 plazas.

Más allá de los condicionantes urbanísticos, hay otro obstáculo. La Dirección General de Costas condiciona la aceptación de la proposición a que sean las empresas las que paguen los diques y espigones previstos en el proyecto original, algo valorado en 6 millones. La demanda tiene de momento el silencio como respuesta por parte de Vera y Acha, que aplazan el pronunciamiento a disponer de información sobre el plazo de concesión que se le otorgaría y la rebaja en el canon de ocupación.

La muestra que se abre hoy, en el Patio de Banderas de la Casona del Parque incluye alrededor de 25 paneles con las imágenes de la propuesta elaborada por Moreno Peralta y Taboada, así como explicaciones sobre el plan especial. La pretensión es que permanezca abierta al público durante un mes, de modo que todos los interesados puedan conozcan en detalle el contenido del planteamiento.

"La idea es que la gente la vea, que la gente entienda de qué se está hablando y que aquellos que dicen que va a ir un spa o un hotel en mitad del balneario quede como una embustera", afirmó el urbanista malagueño, que insistió en las dificultades que presenta el plan especial actualmente aprobado para la zona. La iniciativa recoge los condicionantes que el Consistorio y Costas marcaron a mediados de octubre, como el mantenimiento de los Astilleros Nereo, el respeto al pedregal y que se garantice el uso público. La intervención incluye la ampliación en 15 metros de la acera de la calle Bolivia, en dirección al interior del parque, superficie debajo de la cual se habilitaría un aparcamiento en rotación para 150 vehículos.

Esta acción se extiende a la zona del paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso, logrando un aumento del espacio para peatones y ciclistas. Todo ello requiere de la eliminación del muro que separa los Baños del Carmen de la calle. Con esta acción se logra evitar la diferencia de cota existente. La iniciativa privada incluye la rehabilitación integral del balneario, que mantendría su uso como restaurante. Y se quiere rescatar el andén-embarcadero de madera que existía en el balneario original.

Y vinculado a la explotación del restaurante se plantea un chiringuito de 250 metros en la plataforma del tranvía, con dos plantas de altura. En cuanto a las zonas verdes, que serían cruzadas por senderos peatonales para conectar los paseos marítimos Picasso y de Pedregalejo, se reservan más de 19.000 metros cuadrados.