Málaga

De la Torre se suma a la oposición y apoya ahora la demolición del Astoria

  • Pomares dice que la Junta no permitirá esa acción al no ser un edificio en ruina. Apoya la idea a cambio de no ser reprobado.

La manzana de los antiguos cines Astoria y Victoria será demolida. ¿O no? La cuestión volvió a ponerse sobre la mesa ayer en Pleno del Ayuntamiento en el enésimo debate sobre el futuro del edificio, adquirido por el Consistorio por 21 millones de euros hace ahora casi cinco años. La novedad radicó en que incluso el PP, junto al resto de formaciones políticas, se sumó a la idea de derruir los inmuebles. Una opción que contrasta con la posición del alcalde, Francisco de la Torre, que siempre se ha opuesta a esta actuación. Los populares también respaldaron la idea de que se convoque una consulta popular decidir el futuro de espacio.

No obstante, la cesión en los postulados del equipo de gobierno no fue gratuita. A cambio de avalar las tesis manejadas por Málaga para la Gente, ampliadas por una enmienda del PSOE, en su moción, la formación proponente renunció al cuarto de los puntos de la misma, en la que reclamaba la reprobación de De la Torre, "por su mala gestión" en este asunto. "Pensamos que su actitud es reprobable, pero en atención a que el PP va a apoyar los otros puntos y que como ya fue reprobado hace unas semanas lo retiramos; dos reprobaciones son demasiadas", expuso Eduardo Zorrilla, portavoz de Málaga para la Gente.

La coincidencia de todos los grupos, no obstante, encierra un condicionante evidente que puede impedir que la acordada demolición se lleve a efecto. El concejal de Ordenación del Territorio y Vivienda, Francisco Pomares, en el mismo momento en que daba su visto bueno al derribo de las construcciones, propuesta añadida por el PSOE a una moción de Málaga para la Gente, advertía de la dificultad de llevar a efecto tal actuación si antes la Junta de Andalucía no da su visto bueno.

"No hay problema en tirar el edificio, pero es que no nos van a dejar desde la Consejería de Cultura", explicó el edil del PP, quien expuso que al no ser un edificio declarado en ruina, la Administración regional exige un proyecto de sustitución, el cual no está definido aún por parte del Ayuntamiento. Conforme al argumento del concejal, no podrá demolerse hasta que se haya definido previamente qué se va a levantar sobre la manzana.

El cómo alcanzar ese objetivo formó parte del resto de puntos de la moción de Málaga para la Gente. De acuerdo con la votación final, todos los grupos, salvo Ciudadanos, avalaron la convocatoria de un concurso de ideas para definir la forma del inmueble y de una consulta popular mediante la que dar la palabra a los vecinos para que opinen y decidan sobre la actuación.

Es la segunda ocasión en la que el Pleno apuesta por el concurso, sin que hasta la fecha haya visto la luz. Sobre el particular, Pomares aludió a la existencia de un trabajo muy avanzado con el Colegio de Arquitectos de Málaga para disponer de un borrador de las bases que rijan la convocatoria de un concurso de ideas internacional. Lo que supuso otra novedad fue ver cómo los concejales populares también apoyaron la idea de la consulta popular, sobre la que, según el responsable de Ordenación del Territorio, se está ultimando la elaboración de una metodología concreta para su empleo en la ciudad.

De la iniciativa, se extrajo la coincidencia general por desarrollar cuanto antes los trabajos arqueológicos en la parcela. En este caso del antiguo cine Victoria, tarea que paralizada por la negativa de Cultura a permitir tal actuación sin que previamente se detalle la intervención a ejecutar sobre el solar. Y, de manera general, todos los grupos parecieron mostrar su acuerdo con respecto a que el futuro de la parcela pase por un equipamiento para la ciudad. La excepción fue Ciudadanos, que defiende el emplazamiento como el ideal para un hotel.

Un concurso solo para el diseño arquitectónico

A la espera de conocer el detalle del borrador de las bases que regirán al futuro concurso internacional de ideas para el Astoria , todo apunta a que el mismo afectará exclusivamente al diseño del futuro inmueble. Y no a los usos ni a la viabilidad económica del proyecto que se contemple en el mismo. Esta fue una de las exigencias realizadas en su día por el Colegio de Arquitectos para seguir colaborando con la Gerencia de Urbanismo en esta tarea. Demanda que, según varias fuentes, parece haber sido aceptada por el equipo de gobierno del PP, que, sin embargo, pretendía que el concurso obligase que los arquitectos que acudiesen al mismo fuesen de la mano de inversores interesados en actuar sobre el inmueble, con un proyecto concreto y viable económicamente.

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