Torremolinos es mundialmente conocido por su oferta de sol y playa, con 5 millones de pernoctaciones hoteleras, pero tiene otros muchos segmentos por explotar y explorar y ese es el objetivo que se ha marcado el Ayuntamiento de este municipio con su alcalde, José Ortiz, a la cabeza. El año pasado presentó en la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) su oferta cultural y en esta ocasión ha apostado por recuperar el valor turístico de la sierra. "Pensamos que tiene un gran valor con un camino de conexión entre la gran senda y la senda litoral", dijo Ortiz, quien explicó que Torremolinos "tiene además una historia que contar, que es la del agua con los molinos como clave". "La historia de los molinos es de donde parte el nombre de la ciudad", remarcó Ortiz, que ya ha puesto en marcha una ruta para poder recorrerlos. Hay datados 19 molinos, de los que quedan algunos restaurados y que pueden ser visitados. "En esas rutas se puede ver un espectáculo biológico, ecológico y medio ambiental incomparable, con una fauna y flora que nos puede sorprender", reiteró Ortiz. Son seis kilómetros de recorrido y dos de ellos en zona urbana, donde se encuentra una torre de origen nazarí junto a otros molinos. "Este camino del agua nos permite encontrarnos con la historia de la ciudad y que el turista pueda reencontrarse con un turismo de naturaleza en una ciudad de playa", añadió. "Es algo nuevo para un turista que busca emociones, experiencias y nuevas sensaciones, un Torremolinos diferente", subrayó.

Por otra parte, el municipio también presentó su apuesta por el turismo gay, un segmento en el que se inició hace medio siglo y en el que está muy bien posicionado en España y Europa. "Nos importa mucho porque rompe la estacionalidad, es muy exigente y nos garantiza un nivel alto de consumo", dijo Ortiz. Se creó una plataforma hace un año, la campaña Torremolinos Friendly y la ciudad fue visitada por 30.000 personas con motivo del festival Pride. En 2017 este festival será también reivindicativo y cultural.