Málaga

Trabajadores de Limasa amenazan con ir a la huelga en Semana Santa

  • El comité de empresa convoca una asamblea el sábado, un día después del encuentro entre las partes en el Sercla

La amenaza de una huelga de limpieza coincidiendo con la Semana Santa es cada día una posibilidad más real. Los trabajadores de la empresa mixta Limasa deberán decidir el sábado en una asamblea si apoyan las movilizaciones que los representantes sindicales del comité de empresa proponen ante el evidente distanciamiento y la falta de acuerdo con la dirección -formada por el Ayuntamiento de Málaga con el 49% de la participación) y los socios privados (FCC, Urbaser y Sando) con el 51% de las acciones- en el proceso negociador del convenio colectivo que empezaron en enero y en el que no se ha logrado avanzar nada en dos meses.

Solo media hora duró ayer la novena reunión mantenida por ambas partes. Un fiel reflejo de que la negociación se encuentra a día de hoy en un punto más que muerto y que las posturas se alejan cada vez más. El comité de empresa dejó ayer nuevamente claro que no tiene intención de empezar a hablar del nuevo convenio colectivo, que debía haber entrado en vigor el pasado 1 de enero, hasta que la empresa no cumpla "íntegramente" con los compromisos incluidos en el acuerdo que ambos firmaron en febrero del año pasado en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla) para evitar in extremis la huelga de basura que había sido incluso convocada.

"Vemos clara la huelga ante este panorama porque la empresa no nos va a tomar más el pelo aunque nos pongan a la ciudadanía en contra". Así de contundentes se mostraron ayer fuentes del comité de empresa de Limasa que el sábado informará a los 1.600 trabajadores que forman la plantilla de la empresa sobre el punto en el que se encuentra la negociación.

La convocatoria de una huelga será el principal punto del orden del día y los representantes sindicales confían en recabar el apoyo de la mayoría de los trabajadores porque "ya está bien de engaños", apuntaron las fuentes. Ante el incumplimiento que el comité asegura que la empresa mantiene del acuerdo firmado el año pasado, ayer ni siquiera accedió a valorar la propuesta que la dirección hizo en la última reunión para flexibilizar uno de los puntos que se había convertido en centro del conflicto por el nuevo sistema de vacaciones y descansos que se planteaba. En el primer caso, Limasa pretendía que los empleados eligieran su mes de vacaciones a lo largo de todo el año y no entre junio, julio, agosto y septiembre como ocurre en la actualidad. En cuanto al segundo, la intención de la empresa era que la jornada laboral se desarrollara de lunes a sábado y no de lunes a viernes como está estipulado en estos momentos con el objetivo de dejar el domingo como único día de descanso fijo y así poder prescindir de alrededor de 300 trabajadores eventuales y eliminar las contrataciones de fines de semana. Todo para ahorrar cerca de seis millones de euros anuales, según el cálculo de la empresa.

Pero dado el estancamiento de la negociación la empresa propuso al comité en la última reunión la posibilidad de permitir que los trabajadores fijos disfruten de 21 de días de vacaciones en los meses de verano y otros 15 el resto del año, mientras que propone que trabajen de lunes a viernes durante seis meses y otros seis con jornadas de lunes a sábado más un día de descanso. Al respecto, el comité insistió en que "no vamos a valorar ninguna propuesta hasta que cumplan con el acuerdo del Sercla".

Lo ocurrido ayer en la reunión de la mesa negociadora no hace más que echar más leña al fuego de cara al encuentro en el que ambas partes deberán verse de nuevo las caras mañana. El árbitro designado por el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales, Jesús Cruz Villalón, emplazó a la dirección de Limasa y al comité a una nueva reunión dado que el lunes no hubo acercamiento sobre ambas cuestiones.

Tras el encuentro del lunes el gerente de Limasa, Rafael Arjona, aseguró que confía en llegar a un acuerdo en las próximas semanas porque "no le deseo a Málaga que sufra un conflicto por un asunto como este que no tiene ningún sentido". A la espera de lo que el árbitro decida mañana, solo afectará a dos de los 75 artículos del convenio colectivo que habrá que negociar para los próximos años y que incluye puntos tan controvertidos como los puestos hereditarios para los familiares de los empleados que se jubilan, fallecen o se dan de baja por incapacidad.

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