La pandemia ha forzado que contrarreloj se haga una mejora muy necesaria en las infraestructuras sanitarias de Málaga: la ampliación de la UCI del Clínico. Mientras el Regional tiene unas 40 camas de Cuidados Intensivos, el hospital de Teatinos –que es el de referencia para la mitad más poblada de la provincia– apenas sumaba 18. Desde hacía años, profesionales y sindicatos venían demandando esa obra, que nunca se acometía. La crisis del Covid obligó al hospital durante la primera ola a habilitar puestos de Cuidados Intensivos más allá de la UCI, que resultó insuficiente. Para esta asistencia, tuvieron que añadirse camas repartidas por distintas zonas del centro sanitario.

Fue entonces cuando finalmente la Junta de Andalucía decidió acometer la obra. Ha costado 2,33 millones de euros y permitirá pasar de las 18 camas actuales a 36; se duplica la UCI. La inauguración de las nuevas instalaciones tendrá lugar este jueves, a cargo de los consejeros de Presidencia y Salud, Elías Bendodo y Jesús Aguirre.

Para hacer la ampliación, el proyecto ha transformado espacios de una antigua cafetería del personal de la primera planta que estaban sin uso, de lo que fue una biblioteca y parte de zonas administrativas.De las 18 nuevas camas, una docena se destinará a un recurso novedoso en el hospital:un área para pacientes que necesitan cuidados intermedios porque todavía su cuadro clínico no permite pasarlos a planta y requieren una atención más específica que no puede darse en la zona de hospitalización.

Se prevé que la nueva dotación ayude a descongestionar y agilizar la Observación del Servicio de Urgencias, un aspecto importante de cara al invierno y a la posible coincidencia de picos de gripe y coronavirus. Hay que recordar que todos los años hay días en los que esta área asistencial se satura por la importante afluencia de pacientes.

La reestructuración funcional y arquitectónica de la UCI va a suponer un gran avance asistencial para el Hospital Clínico, no solo por la duplicación de espacios, sino también por la modernización de todas las instalaciones y la incorporación de tecnología avanzada para los Cuidados Intensivos. Además, le permitirá tener más margen para continuar intervenciones programadas que requieren un postoperatorio de UCI y que se aplazan cuando repunta la pandemia, cuyos enfermos requieren largas estancias en Cuidados Intensivos.

La obra era una vieja demanda de sindicatos y profesionales que ha forzado la pandemia

Las obras están enmarcadas dentro del plan de actuaciones urgentes del Servicio Andaluz de Salud (SAS) para dar respuesta a las necesidades de infraestructuras asistenciales planteadas por la pandemia. No son las únicas que ha acometido el hospital, que también está haciendo cambios en su área de Urgencias para ganar espacio y separar arquitectónicamente la atención a pacientes Covid y no Covid.

La ampliación de la UCI supone pasar de los actuales 855 metros cuadrados a 1.728, lo que representa un aumento de 877 más. En la primera fase se incorporaron los espacios contiguos al actual servicio de Medicina Intensiva, lo que afectó a las instalaciones de la antigua cafetería de personal y también a la biblioteca, entre otros. Una vez realizado el traslado a la zona de ampliación, se procedió a la reforma integral de los espacios que ocupaba la unidad.

Siempre estos trabajos tienen su complicación en los centros sanitarios porque la actividad asistencial debe continuar sin alteraciones. Y así ha sido también en este caso, en el que se ha mantenido la atención a los pacientes en paralelo a la realización del proyecto.