Málaga

Urbanismo ya asume que la Alameda no estará acabada para las elecciones

  • Cree improbable que la Junta pueda completar la obra del lateral norte a ocho meses vista

Imagen del tramo norte de la Alameda, afectado por las obras del Metro.

Imagen del tramo norte de la Alameda, afectado por las obras del Metro. / javier albiñana

La posibilidad de que la nueva Alameda Principal esté lista para su inauguración antes de las elecciones municipales de mayo de 2019 se sitúa en el escenario de lo imposible. Si bien los trabajos avanzan con cierto retraso en el eje central, donde los operarios entraron en mayo, y se prevé poner en carga la semana que viene el lateral sur, el principal escollo se mantiene sobre el ala norte, cuya peatonalización entre el puente de Tetuán y la calle Larios fue comprometida por la Junta de Andalucía años atrás.

La fotografía actual pone en cuestión que la Consejería de Fomento esté en disposición de acometer la reurbanización en los tiempos necesarios para que todo el escenario urbano esté concluido en la previa de la cita electoral. Y ello tiene un valor simbólico evidente, puesto que se trata del proyecto estrella del alcalde Francisco de la Torre, en este mandato.

Ya en el propio seno del equipo de gobierno del PP empieza a asumirse que la terminación de la regeneración total de esta avenida no será una realidad hasta pasado mayo. Una conclusión factible si se toma en consideración que antes de intervenir sobre el lateral pendiente, la Administración regional tiene que concluir el proceso de estudio y análisis de la incidencia que esta obra tiene en materia presupuestaria y jurídica. El pasado martes la Gerencia de Urbanismo le remitió los planos de las zonas sobre las que tiene intervenir y en la que, de acuerdo con las estimaciones originales realizadas dentro del programa de construcción del Metro, se preveía una inversión de 2,5 millones de euros. La asignación se realizaba sobre un material de solería alterado tras conocerse el proyecto de reurbanización de Urbanismo. Mientras la firma del contrato del tramo Guadalmedina-Atarazanas data de marzo de 2015, el diseño final de la operación de la Alameda no se conoció hasta mayo de 2017.

Esto hace que Fomento tenga que negociar con Acciona y Sando, adjudicatarias de la construcción del suburbano, si aceptan desarrollar el cierre del eje norte por el mismo valor ya contemplado o, como se teme, se tiene que incrementar la aportación por la variación del material a emplear.

La situación económica de la Junta en esta parte del trazado del Metro es delicada si se tiene en cuenta que desde que arrancaron las obras ha tenido que validar hasta tres proyectos complementarios por actuaciones sobrevenidas, con un valor de 9,2 millones (trabajos arqueológicos, colector de Carretería y desvíos de servicios). Una cuantía a la que sumar otros 2,1 millones correspondientes a una segunda prórroga en el plazo de ejecución de la infraestructura, que fija la terminación del tramo en abril de 2019.

Desde Fomento confirmaron la remisión de la documentación por parte del Consistorio y que se va a avanzar en el estudio de los detalles económicos y del procedimiento jurídico que habría de seguirse. No será hasta ese momento cuando podrá fijarse un calendario para el inicio del cierre de la calle. Todo ello dibuja un escenario temporal incierto, con la puerta abierta a superar los casi ocho meses que restan para la celebración de las elecciones.

Ante esta posibilidad, Urbanismo ya maneja la posibilidad de poner en valor de manera independiente las obras que sí estén completadas para la cita electoral. El calendario que se maneja sitúa a finales de febrero la conclusión de la operación en el eje central (el único que va a quedar abierto a trafico rodado privado y de autobuses), fase que incluye el cambio de emplazamiento del conjunto escultórico del Marqués de Larios, que estará más cerca de la calle Larios. Para finales de marzo, si no hay imprevistos, se cree posible completar la peatonalización del lateral sur, que pasará a contar con aceras de 23 metros.

Un ligero inconveniente con el que se ha topado Urbanismo cara a actuar sobre la acera más próxima al soho es la negativa de los floristas a aceptar el modelo de quiosco provisional al que desplazar sus negocios, toda vez que los puestos actuales tienen que ser demolidos. El Ayuntamiento podrá sobre la mesa un modelo alternativo.

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