El Ayuntamiento de Málaga, por medio de la Gerencia de Urbanismo, se marca como prioridad máxima para los próximos años atender de manera si no única sí fundamental la creciente llegada de nuevas inversiones a la capital de la Costa del Sol. Y para ello pretende tener aprobada en septiembre u octubre una nueva ordenanza con la que agilizar la tramitación y concesión de las licencias de obra mayor. Estas, según dijo, alcanzan en los primeros cuatro meses del año los 170 millones de euros, augurando que 2018 podría cerrarse con unos 700 millones.

"Tenemos que ser más ágiles aún en atender a los grandes inversores", explicó ayer el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, tras la Junta de Gobierno Local que dio luz verde al proyecto de la normativa. Este primer paso llega tras un amplio proceso de participación con colectivos y grupos políticos y se quiere continuar somentiendo a debate el texto en la comisión de Ordenación del Territorio y el Pleno del presente mes de junio.

¿Cómo mejorar la atención a estos proyectos de mayor envergadura? Lo que plantea Urbanismo es modificar el modelo que se aplica, de manera que los técnicos dejen de tramitar unos 4.200 expedientes anuales correspondientes a reformas de pequeña envergadura en viviendas y zonas comunes (siempre que no sean inmuebles de Protección Arquitectónica y de Conjunto). Estas actuaciones están siendo otorgadas mediante declaraciones responsables. Y ello afecta a, entre otros, la sustitución y/o reparación de solerías, alicatados, enfoscados, así como sanitarios, carpintería y trabajos de pintura interior.

La supresión de estos permisos hace que cualquier usuario pueda, una vez entre en vigor la norma, intervenir sin necesidad de disponer de documento alguno de Urbanismo, con la consiguiente descarga de trabajo de los técnicos. A su vez, el organismo municipal incrementa el número de casos que en lugar de requerir de una licencia de obra podrán impulsarse mediante declaración responsables. Si hasta ahora de los 70 tipos 31 se han podido desarrollar mediante este procedimiento más abreviado, con la nueva ordenanza el número pasará a ser de 49. Es el caso de la eliminación de barreras arquitectónicas, la sustitución de tejas y solerías en terrazas de viviendas, o la reparación de ascensores y modificación de huecos de fachada en locales...

Otro de los aspectos es la delimitación de tres tipos de licencia de obra, abandonándose la denominación de mayor o menor. El tipo 1 se corresponde con obras de cierta complejidad técnica o urbanística y que necesitan de proyecto básico y/o de ejecución. El tipo 2 es el de actuaciones de menor complejidad pero que necesitan de una memoria descriptiva y gráfica, y el 3, se relaciona con obras de "muy escasa complejidad técnica o incidencia" pero que por su ubicación en un edificio protegido o en el Centro no pueden ser tramitadas con una declaración responsable.

Para Pomares, esto supone "una revolución" en el ente y defendió que con ello se busca incrementar la agilidad en la concesión de permisos de obra, que, según dijo, es mejor que la de otras urbes como Madrid, Sevilla o Valencia. Sobre ello, dijo que en el último año el tiempo de espera se ha acortado un 10%, aunque no desveló el número de meses que supone.