El Ayuntamiento de Málaga acude nuevamente a la fórmula de la subasta pública para instar a la propiedad de otro edificio del Centro histórico, Plaza del Teatro, 5. Así previsiblemente será acordado en la sesión que hoy celebrará el Consejo de Administración de la Gerencia de Urbanismo. De acuerdo con la propuesta técnica oficial, la resolución final se pone sobre la mesa después de que el inmueble fuese incluido en el Registro de Solares y Edificaciones Ruinosas el pasado 8 de abril de 2015, venciendo el pasado 28 de abril el año del que disponían los dueños para impulsar los trabajos de recuperación de la edificación.

Sin embargo, según confirman los técnicos municipales tras realizar una inspección ocular "se comprueba que el mismo aparentemente sigue en las mismas condiciones físicas que cuando se inició el expediente". No obstante, como viene ocurriendo con otros muchos inmuebles de esta zona de la ciudad, el origen de los problemas con este inmueble se remontan mucho más atrás en el tiempo. De hecho, según la documentación de Urbanismo, el gerente del ente municipal llegó a conceder licencia de obras para esta localización el 30 de noviembre de 2005, siendo expedido el permiso de demolición el 13 de diciembre de 2007 y la licencia de obras el 15 de julio de 2009.

No es hasta 11 años después cuando se abre la puerta a la venta en subasta de la construcción, con el fin de que otro propietario, en ese supuesto, asuma el debe de mantenimiento o renovación del edificio. Los datos iniciales elevan el precio de partida a 289.380 euros. La salida al mercado, en cualquier caso, no será inminente. El propio procedimiento marca un plazo de hasta seis meses antes de que se llegue a este extremo. En el mismo, se da pie a la propiedad a presentar alegaciones.

El consejo también dará luz verde al proyecto de reparación de varios tramos de escaleras en la Avenida Pintor Joaquín Sorolla, entre los número 149 y 157. De acuerdo con la documentación técnica, la intervención está valorada en 171.244 euros, previéndose un plazo de siete meses. Asimismo, Urbanismo ha admitido y está tramitando la queja presentada por una familia que cuestiona la ejecución de parte de la cubierta del nuevo Hotel Miramar. De acuerdo con los datos aportados por el ente municipal a este periódico, el procedimiento abierto se produce ante la "acción pública" que ejercen unos vecinos del entorno, que reclaman la incoación de un expediente. Según la tesis de los reclamantes, la promotora habría desarrollado un nuevo cuerpo de cubierta inclinada sobre la antigua, "albergando un bar-cafetería y una superficie de 135 metros cuadrados".