El Ayuntamiento de Málaga se ha marcado el objetivo de seguir impulsando el uso de energías alternativas en los hogares de la capital. Para ello, el Consejo de la Gerencia de Urbanismo, que se celebra mañana, dará el visto bueno a la instalación de plantas fotovoltaicas en los edificios ya existentes, al objeto de que los residentes de los bloques puedan abastecerse de la energía captada.

La medida que impulsa ahora el Consistorio supone un cambio respecto a los preceptos fijados en la actualidad en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) vigente, que limitaba estos dispositivos a los usos industriales.

El concejal de Urbanismo, Manuel Díaz Guirado, recordó que esta medida ya había sido incluida en la aprobación inicial de la revisión del PGOU. El edil del PP, que apuntó que de este modo se adelanta la aplicación de la norma, precisó que los propietarios sólo podrán implantar plantas fotovoltaicas para garantizar su consumo, pero no para vender la energía.

De otro lado, el Consejo dará luz verde al convenio suscrito por el Consistorio con la empresa de supermercados Lidl para la instalación de un centro logístico de almacenamiento y distribución de mercancías en unos terrenos situados en el entorno de Mercamálaga y el polígono Trévenez. A cambio, la firma privada destinará casi 2,2 millones de euros a la mejora de las infraestructuras viarias de la zona, así como un millón en concepto de compensación del 10 por ciento del importe de la inversión.

Estas instalaciones traerán consigo la creación de unos 250 puestos de trabajo, 180 de ellos directos y 70 indirectos. La actuación se realizará sobre una superficie de 53.425 metros cuadrados, de los que la nave almacén ocupará 23.500 metros cuadrados y las oficinas casi otros 600.