El Ayuntamiento de Málaga activa, casi doce años después que se pusiese sobre la mesa, el último tramo del denominado vial de cornisa, eje viario ya dibujado en el Plan General de Ordenación Urbanística de 1999 y con el que se pretende mejorar la circulación en la zona norte de la ciudad. La actuación ahora desbloqueada tiene un coste estimado de 1,3 millones de euros y un plazo de seis meses.

La empresa o empresas que sean finalmente seleccionadas para el desarrollo de esta obra darán forma al tramo que se extiende entre la intersección de las calles Emilio Díaz y Lorenza Correa con la Avenida Guerrero Strachan y un tramo de ésta última, así como el tramo final de la Avenida de las Postas, la calle Padre Manjón y la conexión entre ambas a través de un paso inferior existente bajo la Avenida Guerrero Strachan. El proyecto incluye varios viales con dios carriles y una glorieta con dos carriles.

De acuerdo con la información contenida en el pliego de condiciones técnicas que rige este concurso, la ordenación del tráfico existente "resulta inadecuada para los flujos circulatorios, generándose colas en la bajada por la Avenida Guerrero Strachan a causa de la falta de capacidad, ya que dispone de solo un carril por sentido". A esto se suma la "falta de almacenamiento” en el semáforo que regula el cruce de la avenida con la Emilio Díaz y Lorenza Correa.

En el marco de esta actuación, la Gerencia de Urbanismo tuvo que expropiar cuatro inmuebles que tendrán que ser demolidos, dada la incidencia sobre las nuevas infraestructuras planteadas. El coste de las mismas superó los 1,2 millones de euros. Los primeros pasos que se acometerán en este proyecto serán justamente los relacionados con el derribo de las construcciones, al tiempo que se insiste en la necesidad de no afectar al tráfico rodado.