Málaga

Vecinos del Centro de Málaga denuncian "descontrol" y colas a las puertas de una discoteca

  • "Ocupan toda la plaza Uncibay haciendo ruido. Con Covid o sin él, no puede haber aglomeraciones", asevera el secretario de la asociación

Jóvenes agolpados a las puertas del local

Jóvenes agolpados a las puertas del local

La Asociación de Vecinos del Centro Antiguo de Málaga ha vuelto a denunciar con un vídeo colgado en las redes sociales el "descontrol" que sigue suponiendo el ocio nocturno. Esta vez, los residentes han grabado las colas multitudinarias, con alrededor de 200 personas, que los fines de semana se forman a las puertas de una discoteca en la plaza Uncibay. 

Las imágenes, recogidas en torno a las 10 y media de la noche de este pasado viernes, con el Puente de la Constitución en marcha, refleja una aglomeración de jóvenes agolpados sin respetar la distancia de seguridad, pese a la subida de transmisión del Covid-19, que este sábado derivó en la hospitalización de otras 14 personas y el ingreso de nueve pacientes más en las UCI de la provincia. Hubo, además, más de 250 nuevos contagios. 

Pero, "con virus o sin él", el portavoz del colectivo vecinal, Alejandro Villén, considera que "no debe haber aglomeraciones", menos aún en una "zona de paso, evitando el acceso a un portal de viviendas, ocupando la plaza, haciendo ruido, cantando cumpleaños feliz" y sin respetar las medidas sanitarias impuestas por la pandemia. "Ni el 20% de los jóvenes llevaban mascarilla", advierte el secretario de la asociación. 

"La gente tiene derecho a descansar"

Las colas a las puertas del local nocturno llevan registrándose, sostiene, desde hace ya unas tres semanas y han ido incrementándose por la falta de control. Una tarea que, destaca, corresponde al Ayuntamiento de la capital. "La gente tiene derecho a descansar. Los vecinos nos dicen que era exagerado lo que estaba pasando", asevera Villén. 

Pero también, apunta, la discoteca a la que los jóvenes se disponían a acceder tiene parte de responsabilidad. "Antes de abrir ya se monta la cola en la puerta. Los porteros dejan entrar uno a uno, tranquilamente, y se desentienden de lo demás. Solo vigilan el acceso al local”, afirma.

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