Vera inicia su salida del concurso tras el apoyo del 62% de acreedores

Nueve de cada diez empresas que presentan concurso de acreedores terminan en liquidación. Sin embargo, Construcciones Vera, una de las promotoras emblemáticas de esta provincia, está mucho más cerca de salir del bache y regresar a su actividad normal. La empresa comunicó ayer que ha conseguido el apoyo del 62% de los acreedores a la propuesta de convenio que presentó en enero, lo que quiere decir que podrá salir del concurso en cuanto finalice la fase común.

Vera solicitó el concurso el 28 de enero en el juzgado mercantil número 2 de Málaga y, para ganar tiempo, presentó a su vez una propuesta anticipada de convenio a los acreedores que contemplaba una quita de la deuda del 45% y un pago aplazado en siete años que se empezaría a abonar seis meses después de la firma del convenio. En enero dieron el visto bueno el 27,5% de los acreedores pero para que se pudiera suscribir la ley exige un mínimo del 51%. Tras varios meses de duras negociaciones y reuniones, la constructora malagueña ha conseguido convencer al 62% de los acreedores.

El pasivo de Construcciones Vera asciende a 76,5 millones de euros de los cuales 25,4 millones corresponden a entidades financieras, 17 millones a proveedores y el resto a la Seguridad Social y Hacienda entre otros. Una quita del 45% implica que los acreedores perderán 34,4 millones de euros. Sin embargo, si no se alcanza ningún acuerdo la otra opción es liquidar los activos de la compañía y ponerse a la cola para cobrar, por lo que las posibilidades de recibir algún dinero son aún menores. "La liquidación de la compañía supondría que la mayoría de los acreedores se queden sin cobrar", advirtió la empresa en enero.

La constructora agradeció ayer el "apoyo mayoritario de sus acreedores comerciales y bancarios" y recordó que está inmersa en obras importantes como el Metro de Málaga o la autovía A7 entre Granada y Almería. Vera ya había solicitado un preconcurso en septiembre del año pasado, pero al no llegar a ningún acuerdo pidió el concurso en enero. Su desplome económico vino motivado por la caída en picado en la venta de viviendas, la morosidad de las Administraciones y la paralización de obras públicas. De hecho, tiene una cartera de obras pendiente por valor de 130 millones de euros aunque muchas de ellas se han frenado con las famosas reprogramaciones de las instituciones. Cuando se firme el convenio Vera tendrá que cumplirlo a rajatabla porque, de no hacerlo, volvería al concurso de acreedores y posiblemente a la liquidación.