Málaga

Visto para sentencia antes del descanso

  • La murga 'Arriba nos vemos' y la comparsa 'Febrerillo, El Loco' ganan el concurso · Destacan las críticas por la falta de apoyo municipal a la fiesta y, como siempre, a cuestiones internas

Los singulares San Pedros de la murga Arriba nos vemos; y la comparsa Febrerillo El Loco son los ganadores del Concurso de Canto 2009. La gran final dejó numerosas risas, emociones y reivindicaciones, pero en lo meramente competitivo, todo estaba casi que visto para sentencia antes de la hora del bocadillo, cosas del sorteo. La comparsa La Victoria, la otra gran opción para ganar, abrió cartel y quedó segunda. Estos tres grupos actuaron antes del descanso. Tras el parón, la gran sorpresa llegó con los gays de Esta murga sí que entiende, fueron los últimos de la noche pero opositaron con muchas opciones de ganar. Se quedaron a las puertas. Pero en murgas, el debate del ganador estuvo entre tres, los terceros en discordia eran Los Impresentables, unos presentadores de la Be Be Sé, que fueron terceros.

Decían los niños de la comparsa infantil Qué pillos con el cepillo, que volvieron a actuar de teloneros en la gran Final varios años después para alegría del respetable, que si los grupos se pelean por un premio, "yo no quiero ser carnavalero, quiero ser amigo de mis compañeros". A simple vista no hubo peleas, todo lo contrario, muy buen rollo entre los distintos grupos, pero muchos llevaban en sus repertorios letras sobre las manos negras de la fiesta. Había quien hablaba de "chivatos" dentro de las propias agrupaciones. También sobre otros venenos del Carnaval. Y es que si alguien se muestra crítico con estas celebraciones de febrero, son los propios copleros, a quienes más le duelen las miserias que existen dentro y fuera del Carnaval de Málaga. Y por las letras, debe haber bastantes.

Pero si durante el desarrollo del concurso numerosas agrupaciones habían mostrado su descontento con el apoyo del Ayuntamiento a la fiesta, pese a aportar unos 600.000 euros, en la gran Final se hizo más patente si cabe. Numerosas letras, abucheo al alcalde (llegó cuando sólo quedaban por actuar cuatro de las 11 agrupaciones anunciadas por estar de viaje) y pitada monumental al concejal de Cultura, Miguel Briones. Los copleros quieren el teatro Cervantes para toda la fiesta y lejos de esto, el Ayuntamiento les propuso dejar el Alameda por el Albéniz. Sobre las tablas hubo quien ironizó y propuso el teatro Romano. Con ayudas o sin ellas, dicen que saldrán a la calle y que volverán el año próximo.

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