Rosa García es una malagueña de 22 años que cada verano no duda en abrir un puesto de helados cerca de los Baños del Carmen. "Es una tradición de familia, lo hacía mi abuela, mi madre y ahora yo he tomado el relevo de generación". La joven afirma que se hace duro estar detrás del mostrador mientras que los demás aprovechan el verano y los días de sol para pasear, bañarse en el mar, o simplemente, disfrutar de momentos de ocio. Pese a estar a la sombra, dentro de su puesto de helados, "los días de terral se hacen insoportable porque no puedes ni respirar y se hace duro estar con ánimo ante el público. El abanico y los helados son mis mejores aliados cuando las temperaturas son algo más que altas". Sus clientes siempre acuden ansiosos de hacerse con algunos de sus productos tan refrescantes. "Lo importante es estar hidratados con refrescos, agua no muy fría y helados" son los mejores consejos para evitar golpes de calor según pone de manifiesto Rosa.