En la Grecia clásica ya descubrieron el poderoso líquido que se obtenía del prensado de la aceituna. Y lo utilizaron como alimento, como cosmético y como conservante de productos perecederos. Lo que quizás aún no sabían eran las propiedades medicinales del aceite de oliva virgen extra.

En una sociedad en la que los accidentes cardiovasculares son una de las principales causas de mortalidad, este producto se convierte en aliado de excepción contra estas enfermedades. Así lo explicó este miércoles en la lección inaugural de la apertura del curso académico de la Universidad de Málaga el catedrático de Farmacología de la UMA José Antonio González Correa.

“Seguir una dieta mediterránea con aceite de oliva virgen extra y frutos secos demostró, según el estudio Predimed realizado con casi 7.500 pacientes de alto riesgo, la reducción de los eventos cardiovasculares”, apuntó el catedrático.

También indicó que la gran mayoría de las enfermedades crónicas “son prevenibles con una dieta sana”. Y se ha descubierto que en esta dieta rica en grasa vegetal tienen que entrar unos 40 mililitros de aceite de oliva al día.

“Cada diez gramos de aceite de oliva se reduce un 10% el riesgo de sufrir un infarto o un ictus”, agregó González Correa y apuntó que la clave de este efecto está en los compuestos fenólicos de este elemento, que dependen no sólo de la variedad de la aceituna sino también del momento de la cosecha y de su tratamiento.

Cuanto más verde es el fruto, más componentes fenólicos tiene y más beneficios produce este antioxidante que incrementa el que se conoce como “colesterol bueno”, reduce los niveles de triglicéridos y evita la hipertensión.

“Pocos fármacos son capaces de reducir un 30% la incidencia de complicaciones cardiovasculares mayores como lo ha conseguido una intervención con dieta mediterránea”, dijo el catedrático. Y en ella no debe faltar entre 40 y 50 mililitros al día de aceite de oliva virgen extra, sin olvidar la actividad física y dejar a un lado el estrés.

“El aceite de oliva virgen extra debe ser considerado un medicamento para la salud cardiovascular”, comentó González Correa, más sencillo y eficaz que un fármaco y mil veces más rico.