Antonio Barrientos, el ex alcalde de Estepona encarcelado por la operación Astapa, recuperó anoche la libertad tras pasar cerca de seis meses en prisión. Cruzó la barrera del centro penitenciario de Alhaurín de la Torre a las 21:10 tras depositar un aval bancario para hacer frente a la fianza de 150.000 euros impuesta por la juez instructora. Barrientos, más delgado y algo emocionado, advirtió de que no podía hacer muchos comentarios por el "momento procesal" en que está la causa, pero quiso lanzar un mensaje: "Tengo la tranquilidad de conciencia de haber actuado siempre en defensa de la legalidad y defendiendo de la mejor manera que he sabido y podido los intereses colectivos de Estepona".

Con dos bolsas con ropa en la mano, el ex regidor acaparó todas las cámaras a pesar de que le seguían de cerca los otros tres imputados en Astapa que continuaban en prisión preventiva. A la vez que Barrientos salieron de prisión su ex jefe de gabinete, José Flores, y los concejales del PES José Ignacio Crespo y Manuel Reina, a quienes la juez impuso el martes también sendas fianzas de 150.000 euros.

El ex alcalde aseguró sentirse "muy feliz" y citó al poeta catalán Salvador Spriu. "Los hombres no pueden ser si no son libres", dijo, tras fundirse en un abrazo con su hermano Manuel y uno de sus abogados, José Carlos Aguilera. Aseguró que tanto él como su familia y otra "gente inocente" ha vivido estos meses un "calvario y un sufrimiento", aunque aclaró que su espíritu está "muy calmado, muy sosegado, con mucha paz interior". Justificó su estado de ánimo en "el mayor aval y el mayor patrimonio" que puede tener en estos momentos, que es "la tranquilidad de conciencia" de haber actuado "siempre" en defensa de la legalidad.

Manifestó que su detención por su presunta implicación en Astapa -"esta historia", dijo él- es un "sinsentido" que afirmó no entender todavía, pero mostró su confianza en la Justicia y el Estado de Derecho. "Hay involucrada mucha gente decente y honesta que ha trabajado con integridad y honradez toda su vida al servicio de Estepona", afirmó.

Otro apunte que hizo Barrientos antes de abandonar los exteriores de la prisión fue mostrar su agradecimiento por "el afecto y el cariño" que ha recibido a través de "centenares" de cartas que le han hecho llegar a la cárcel o de mensajes de apoyo a través de su familia. "Y también entiendo que haya gente con cierta incredulidad e incertidumbre [por lo que ha pasado], pero les pido que nos den el beneficio de la duda". El ex alcalde de Estepona, que dejó su acta de concejal y pidió su baja como militante del PSOE cuando fue detenido, quiso lanzar otro mensaje: "Hay un juez implacable e impecable que es el tiempo, y el tiempo pondrá a cada uno y cada cosa en su sitio". Para Barrientos, "se puede engañar a mucha gente durante mucho tiempo, pero no a todo el mundo durante toda la vida".

Lo último que contó el ex alcalde antes de subirse al coche junto a su hermano, tras ser preguntado por los periodistas, fue que lo primero que iba a hacer cuando llegara a casa era comerse unos huevos fritos con patatas.

Los cuatro imputados en el caso Astapa están acusados de blanqueo, tráfico de influencias, malversación y cohecho, delitos a los que hay que sumar el de fraude en el caso de Reina. Fueron detenidos a mediados de junio, momento en el que la instructora decretó su ingreso en prisión. El martes, tras requerirlo el fiscal, impuso a cada uno una fianza de 150.000 euros.