Málaga

La acusada de degollar a una mujer en el paseo marítimo de La Cala pide "perdón"

  • En la última sesión del juicio, el fiscal insiste en las contradicciones de su declaración

La acusada de degollar a una mujer en el paseo marítimo de La Cala del Moral en 2013 se mostró ayer "arrepentida" en la última sesión del juicio que se sigue en la Ciudad de la Justicia con un jurado popular. Tras los informes finales ofrecidos por el Ministerio Público, la acusación particular y la defensa, la juez le dio la oportunidad a A. M. N. de añadir algo más antes de que los miembros del jurado se marcharan a deliberar. Fue entonces cuando la mujer, entre lágrimas, dijo: "Estoy muy arrepentida y pido perdón, no sabía lo que hice".

En la intervención final, el fiscal incidió en las contradicciones de la acusada entre la declaración ofrecida ante los agentes que llevaron la investigación y la versión ofrecida en la vista oral. La acusada, que se hace responsable del hecho de haber acabado con su vida, mantuvo en su declaración ante la juez y el jurado popular que las dos mujeres iniciaron una discusión y que en el transcurso de la misma la víctima la golpeó en dos ocasiones y le tiró las gafas al suelo; después de recogerlas, la acusada mantiene que cogió el cúter con la mano izquierda y que enfrente de ella la atacó. Sin embargo, el Ministerio Público explicó que la "agresión cara a cara" es totalmente contrario las manifestaciones realizadas por la forense, en las que dejó claro que el tipo de lesión tan grave y profundo tuvo que venir desde detrás, porque "requiere de fuerza". Por lo que el fiscal mantiene que "le cogió la cabeza para evitar movimientos y le cortó el cuello" con la mano derecha situada detrás de la víctima y de manera sorpresiva. Porque con la mano izquierda hubiera sido "prácticamente imposible". A ello añadió la ausencia de heridas defensivas en la víctima, así como el cambio de versión respecto a las gafas, de las que no había hablado hasta el juicio.

El representante del Ministerio Público insistió en que no queda acreditada una discusión previa por parte de los testigos que han comparecido durante la vista y sostuvo que debe ser considerado como un delito de asesinato en la medida en que la acusada llevaba consigo un cúter, los hechos se produjeron en un lugar poco frecuentado en un día laborable y por la propia forma en la que se produjo la agresión. El fiscal concretó que la acusada buscó una situación de confianza -ambas estuvieron incluso fumando-, por lo que "el impulso queda totalmente descartado". Y además permaneció después un tiempo en el lugar tras los hechos y se llevó el bolso, que tiró en un contenedor cercano. El fiscal solicita una pena de 21 años y 6 meses de cárcel por un delito de asesinato y otro de hurto, dado que el reloj de la fallecida apareció en un trastero de la acusada.

La acusación particular recriminó que la acusada no había mostrado ningún tipo de arrepentimiento ni siquiera durante el juicio, durante el que "la hemos visto llorar, pero por ella, por la situación en la que se ve" y ningún caso por haberle causado la muerte a la víctima.

"No tenía previsto matarla, fueron las circunstancias", concretó la defensa, que se centró en el informe de la Guardia Civil en el que se indica que las dos mujeres estaban aparentemente discutiendo. Por lo que en un momento "estalla", "fue víctima de un arrebato" ante el miedo que le tenía a la víctima, por la insistentes reclamaciones del pago de una deuda por la venta de unas joyas.

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