La herida abierta por el coronavirus en las estadísticas de viajeros del aeropuerto de Málaga se reduce ligeramente en el mes de julio. Tras un primer semestre en el que el aeródromo de la capital de la Costa del Sol ha perdido más de seis millones de pasajeros, la caída de usuarios se mantiene pero a un ritmo algo menor. 

Muestra de ello es que julio cerró con 575.724 pasajeros, un 74,2% menos que el mismo periodo de 2019. En términos absolutos se posicionó como la cuarta infraestructura a nivel nacional, por detrás de Palma de Mallorca (1.102.854 pasajeros, un -73,8%), Adolfo Suárez Madrid-Barajas (990.899 usuarios, -83,3%) y Barcelona-El Prat (872.924 pasajeros, con un -83,7%). Una evolución directamente relacionada con el fin del estado de alarma y, por ende, de todas las restricciones fijadas hasta los periodos previos.

El valor actualizado del aeropuerto malagueño, siendo negativo, mejora sensiblemente los registros de junio, cuando el descenso fue del 96,7% (52.265 viajeros) y de mayo, cuando fue del 99,6% (6.995 pasajeros). Tomando en consideración los siete primeros meses del ejercicio, el total de pasajeros ha sido de unos 3,4 millones, frente a los algo más de 11,4 millones del mismo periodo de 2019, lo que supone un descenso del 70%.

La leve mejoría observada en julio es igualmente apreciable en el número de operaciones, 6.939, un 56,3% menos que en 2019. La comparativa con junio es clara, dado que ese mes fueron solo 1.571 las operaciones realizadas, un 89,2% menos que un año antes. En el caso de las mercancías, por el contrario, julio cierra con peores datos que junio. En concreto con un 88,4% menos que el año pasado. 

Las estadísticas del aeropuerto se resienten de manera clara por la incidencia que el coronavirus está teniendo sobre el turismo, a lo que se suma la decisión de países como Reino Unido de obligar a pasar una cuarentena a todos los viajeros que lleguen procedentes de España, lo que está disuadiendo a muchos de acudir a la Costa del Sol.