Málaga

ahogados por la presión fiscal Autónomos

  • Trabajadores con negocio propio abogan por que las cuotas sean proporcionales a los ingresos Más de 2.800 personas se dieron de baja en enero de 2014

Son, según su presidente, uno de los sectores más castigados por la subida de la presión fiscal. Los autónomos ya acusan los efectos del aumento de los impuestos que el Gobierno aprobó antes de Navidad. Y es que el colectivo se enfrenta desde primeros de año a la subida del 2% de la cuota mínima a la Seguridad Social, que pasa de 256,72 euros mensuales a 261,83. La base máxima, además, se incrementa un 5%, de forma que el monto total puede superar los 950 euros. Pero el cambio más significativo lo experimentan las empresas con más de diez trabajadores y también los autónomos societarios, que deben acogerse a la base del Régimen General, lo que implica un pago adicional al mes cercano a los 60 euros.

Alonso Manuel Calderón es uno de los malagueños afectados como administrador de una sociedad, Grupo Calderón y Vera, dedicada al sector de la promoción inmobiliaria en la provincia de Málaga. Arquitecto de profesión, se constituyó como autónomo hace ya una década, pero el estallido de la crisis económica le obligó a bajar al mínimo sus minutas para capear la situación y no hundirse con el ladrillo atado al cuello.

A la guerra de precios en la que se ve forzado a luchar junto al resto de profesionales para ganar un proyecto se suma ahora otro frente: un nuevo incremento de las cotizaciones sociales. "Pago 313 euros, casi 60 euros más. Es una barbaridad. Antes, me podía permitir el lujo de cobrar proyectos y no ingresar en cuatro o cinco meses, pero ahora los honorarios son ridículos. La cuota mensual no sólo no sigue siendo la misma sino que ha subido", asevera el autónomo, que aboga por que estos pagos varíen en función de los ingresos, de manera que "desembolse una mayor cantidad quien más cobra".

Sonia Díaz, socia de un negocio familiar -Mercería El Rubio- desde hace 12 años, ha optado junto a sus dos hermanos, también administradores de la empresa, por bajarse el sueldo para asumir de su bolsillo la diferencia de las tasas que se les exige. "Llevo trabajando desde que tenía 19 años y nos ponen la zancadilla. Tenemos un negocio pequeño, pero por ser autónomos pagamos más de 900 euros. Ha subido la luz y nos piden un mínimo de 70 euros en agua. Es mucho dinero", se lamenta esta trabajadora, madre de tres hijos, que se pregunta cuánto habría que facturar para compensar los gastos.

En su caso, además, lleva padeciendo desde hace años la caída de las ventas a consecuencia de la situación económica, aunque también por las obras del Metro. "Nos prometieron que nos ayudarían cuando se nos quemó el toldo por las obras y no hemos recibido nada. Para mí es una faena que [el suburbano] siga cerrado", resalta Sonia, quien indica que si el local que regenta no estuviera ya pagado se habría visto obligada a cerrarlo.

La asfixia que el colectivo sufre ha provocado que aumente la economía sumergida. De ahí que el vicepresidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Rafael Amor, considere necesario impulsar "medidas contundentes para lograr la continuidad de las empresas" y, de esta forma, acabar con la "competencia desleal". "Hay que eliminar la presión fiscal que soportamos y permitir adecuar las cotizaciones y el IRPF a los ingresos reales que tenemos los autónomos. El año pasado ya hicimos un esfuerzo con la subida del IVA", destaca el portavoz de los trabajadores, a los que recomienda "seguir dentro del sistema y confiar en las asociaciones que luchan por sus derechos".

Pero además, el responsable del colectivo, partidario de "dialogar" en lugar de movilizarse en la calle, critica que la subida de las cotizaciones no se haya llevado a cabo "por escalas", a diferencia del Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social. Una medida que para Tatiana Flores, socia de un almacén de material escolar y artículos de oficina, Mundo Papel Distribuciones, resulta "vergonzosa". "No se ha avisado de la subida porque no interesaba que se supiera antes. Dicen que es para el salario mínimo, pero, al final, cuando uno se da de baja, no se cobra ni siquiera el 20% y son muchos los requisitos que para ello exigen", apostilla.

También esta empresaria aboga por que las cuotas sean proporcionales a los ingresos. "El balance anual de nuestro negocio no es exageradamente bueno, cobramos lo mínimo y nos suben las tasas más de un 30%", denuncia la propietaria, que ahora paga 64,28 euros más, por lo que su cuota mensual se sitúa en los 281,59 euros. Cree que, en su caso, el aumento de la presión fiscal no es sino un "engaño". "La única que figura como administradora es mi hermana, precisamente por reducir gastos y, sin embargo, las dos hemos tenido que pagar más", afirma.

Elena Pérez emprendió la aventura de constituirse como autónoma el pasado mes de diciembre, pero nunca habría imaginado las dificultades a las que tendría que enfrentarse. "No todo es tan bonito como lo pintan. He solicitado una ayuda a través del Instituto Municipal para la Formación y el Empleo (IMFE) y, en caso de que me la concedan, hasta dentro de un año no la recibiría", señala. Siendo madre de una niña, trabajaba en una empresa de equipos informáticos y fue en 2012 cuando, al tener un embarazo de alto riesgo, se vio obligada a dejar su puesto. Desde hace un año, su pareja también está en paro, por lo que, con la ayuda de su familia, impulsaron La Despensa de Elena, una pastelería creativa situada en la barriada de Santa Cristina. "Teníamos que buscarnos un empleo para pagar la hipoteca y los gastos que conllevan los niños. Hago tartas, fondant, galletas decoradas y preparamos mesas dulces para eventos", explica la joven, quien recela de las promesas sobre ayudas a mujeres emprendedoras y solteras. "No estoy casada pero vivo con mi pareja y por eso no puedo beneficiarme. No me parece justo porque tengo hijos a mi cargo", recalca Elena.

Como ella, según el balance de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, un total de 2.153 personas abrieron el pasado mes de enero su propia empresa en Málaga, es decir, un 24,9% más que en diciembre de 2013. El dato resultaría notoriamente positivo de no ser por los 2.859 autónomos que también en ese periodo decidieron darse de baja, lo que supuso un incremento del 2,5%. En el conjunto regional, el aumento de altas de afiliación a la Seguridad Social fue del 25,3% (con Sevilla, Granada y Cádiz a la cabeza), mientras que las bajas registraron una leve caída del 0,9% (un 5,1% en el caso de la capital hispalense).

A tenor de estas cifras y de los resultados del año pasado, el vicepresidente de ATA prevé que la tendencia este año sea positiva, aunque no hay que olvidar "que hay un tercio de autónomos que se mantiene igual y otro que lo está pasando mal". En este último grupo entrarían sectores como el de las peluquerías, que han acusado la subida del IVA del 8 al 21%. Otros, sin embargo, se están beneficiando de la tarifa plana que, en el caso de los jóvenes menores de 30 años, asciende a 50 euros durante los seis primeros meses de vida del negocio.

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