Un año tras la DANA en Málaga: "Llamé a mi hijo y le dije: no sé si saldré de esta"
Primer aniversario de los cuantiosos daños provocados por las lluvias que anegaron el Guadalhorce
Los efectos de la DANA en el Valle del Guadalhorce: 3.000 vecinos desalojados, otros tantos que se resisten
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El 29 de octubre de 2024 la histórica riada de Valencia se llevó la vida de 229 personas e innumerables daños materiales. Esa misma mañana, la dana, con consecuencias mucho menores pero de carácter torrencial, llegó también al Valle del Guadalhorce, con un fallecido y coches, fincas, casas y cultivos arrasados. Destruyó todo a su paso con el desbordamiento del río que recorre municipios como Álora, Pizarra, Almogía, Valle de Abdalajís y Cártama, muy afectados por el paso de la tormenta y todavía en recuperación.
Centenares de vecinos vieron como en cuestión de horas se acumulaba el lodo en todos los rincones. Algunos incluso vivieron la tormenta dentro de su casa sin hallar una salida: "Me inundó toda la parte de abajo de la casa, fue tan rápido. Corté la luz, me vine a la planta de arriba y empecé a llamar a emergencias y a mi hijo para despedirme", relata, entre lágrimas, Lola Fernández, vecina de 64 años de Pizarra que se encontraba sola con su perro.
"Le dije: no sé si voy a salir de esta; y él empezó a llamar también a Protección Civil de Málaga. Hicieron todo lo que pudieron pero el helicóptero no nos podía sacar, tampoco las lanchas por la fuerza que tenía el agua, que llegó a tirar tabiques y a mover el coche. Finalmente, tras cuatro horas, vino la Guardia Civil con neoprenos y cuerdas y tuve que mojarme hasta el cuello. Si en otro caso me hubiera dado tiempo a coger el coche, creo que no lo habría contado", destaca.
Tras recuperar su casa, con la ayuda del Ayuntamiento y voluntarios, Fernández admite que "el miedo se te queda" al vivir una situación como aquella, sobre todo si justo el mismo día, al año siguiente, "llueve a mares" y hay alerta amarilla: "No es fácil con lo que yo he disfrutado siempre de la lluvia. Ahora en cuanto ves que llueve dices 'oye, prepara la documentación y las botas por si tienes que salir corriendo", enfatiza.
Preocupación e incertidumbre
Desde Álora, localidad gravemente afectada por las riadas, su alcalde, Francisco Jesús Martínez, recalca a este periódico los avances tras doce meses de trabajos, pero insiste en que "no estamos preparados ante lo mucho que queda por hacer. Los vecinos tienen esa preocupación e incertidumbre". En gran parte, sobre los "puntos más críticos" que sufren las consecuencias de las fuertes lluvias desde 2012 y repetidamente en 2018, 2024 y 2025, con las últimas danas, y necesitan una mayor implicación de "las administraciones competentes".
"Álora tiene más 200 kilómetros de caminos y hay muchos que van por el arroyo y río que quedaron completamente destruidos y desaparecidos. Trasladamos la necesidad de que se haga una limpieza profunda del río, donde no se ha actuado en muchos años y hay maleza y acumulación de sedimento mucho más alto que las propias parcelas", alerta el primer edil.
Martínez, a su vez, explica que la actuación requeriría "cortes, refuerzo de escollera y hormigonado" para cubrir pérdidas, sin contar las "incalculables de la agricultura", estimadas en cinco millones de euros. De los cuales, ya solo harían falta "dos o tres más" tras la inversión de la Junta de Andalucía que trabaja en dos bloques de emergencia para la construcción de caminos (14 de ellos en uno y 4 en otro) y de limpieza de cauces y una inversión de "cerca de 730.000 euros", sumada a otras facturas emitidas por el ayuntamiento de "unos 130.000 euros".
Desde un primer momento "tuvimos que actuar con recursos propios" para recuperar el agua tras estar "doce días sin ella en los grifos y sin que los vecinos pudieran salir de las parcelas". A día de hoy, sigue sin haber gestión del agua residual en la zona, ya que "la sala de bombeo quedó prácticamente inutilizada y las tuberías del municipio, sepultadas de polvo y barro. No se está depurando ni un litro de agua, aunque en Pizarra y Coín sí", denuncia el alcalde.
Pizarra, más avanzada en recuperación
El alcalde de Pizarra, Félix Lozano, reconoce que su pueblo "está recuperado" con el apoyo de la Junta "que ha dado dos subvenciones de en torno a 80.000 euros" y de la Diputación, de la que han recibido "unos 650.000 euros". Estas han servido para reparar el Camino de Villalón, carriles bastante afectados y atender cuestiones como la limpiezao del agua, por la que tuvieron "varios problemas" con la tubería principal, que fueron solventados "con rapidez y bastante bien".
La reconstrucción ha sido posible también por la limpieza del río por parte de La Junta de Andalucía "que ha sido una como nunca habíamos visto. El cauce está limpio, ese cajón es más amplio y nos permite albergar más agua", reseña Lozano, quien calcula una inyección para su arreglo de algo más de "1.700.000 euros" con el trabajo sobre "unos 25 kilómetros de carriles".
Con ello, señala que aún "pueden venir" varias subvenciones en torno a "los 100.000" por parte del Gobierno para restaurar además infraestructuras municipales como la biblioteca, entre otras. "Si caen 400 litros no va a ser evitable, pero tras la limpieza, en la segunda dana, el río respondió muy bien. Debo de reconocer que es una reivindicación que veníamos solicitando y por fin se ha podido cumplir", confirma el alcalde de Pizarra, quien solo ve como tarea pendiente atender a los afectados y especialmente a los agricultores, que perdieron grandes parcelas de cultivo con árboles cítricos y "necesitan ayuda desde las administraciones" para restaurar los sistemas de goteo, sus motores, etc.: "En el Guadalhorce una de las maneras que tenemos de vivir es la agricultura", incide.
Almogía, al 80 %
Por su parte, Almogía aún continúa con las labores de reparación en su territorio donde "prácticamente todo fue afectado" y requiere de mucho trabajo sobre sus carriles, caminos, infraestructuras, saneamiento y abastecimiento de agua "a lo largo de 173 kilómetros". Esta ha contado con una financiación del Ayuntamiento de "alrededor de 700.000 euros" y la labor de la Junta de Andalucía sobre el terreno cifrada en "uno o dos millones de euros", según explica su alcaldesa, Antonia Ruiz.
"Continuamos en esa labor de segur estabilizándolo todo. Llevamos el 80 % del municipio y nos queda el 20 % que esperamos finalizar de cara a final de año. En lo que queda hay menos personas, pero también necesitan de abastecimiento de agua todavía. A día de hoy estoy llevando cubas necesarias a depósitos para que los vecinos puedan tener agua. Ven la voluntad pese a que los medios de los que disponemos muchas veces van muy atrás", destaca.
Las obras de abastecimiento y de carriles se han realizado con "visión de futuro para afrontar mejor las lluvias torrenciales" pero sigue existiendo la incertidumbre, según Ruiz, quien reconoce el "estar más tranquilos entre comillas" pues al enviar las alertas por temporal "se echa a temblar" por si cambian a naranja o rojo: "La tormenta se estanca y empieza a llover torrencialmente, ves que lo va a destrozar todo".
Agricultura, una gran perjudicada
Además de las pérdidas de viviendas, fincas e infraestructuras en todo el Valle del Guadalhorce, destaca especialmente la situación de muchos agricultores, afincados junto al río y dedicados mayoritariamente al cultivo de cítricos. El sector de la zona ha perdido buena parte de sus parcelas a causa de las riadas, y todavía, un año después, tienen trámites abiertos para obtener ayudas por parte del Estado, la comunidad autónoma o la provincia.
Entre los afectados, se encuentra Antonio Bazaga, vecino que visto los daños en sus parcelas tanto de Álora como Pizarra y estima la pérdida de "unos 3.000 árboles en plena producción" por la falta de limpieza del cauce: "Hemos puesto 3.200 nuevos pero tenemos esperar cuatro o cinco años para intentar recoger algo. Mi empresa y yo llevamos desde 2015 denunciando la situación a la confederación de aguas. Lo que han hecho hasta ahora no soluciona nada, y cuando venga otra riada va a meterse el agua todavía más con la acumulación de tierra, arena y grava que hace que la finca esté más baja y el río más alto", advierte.
Hasta el momento, Bazaga únicamente ha recibido, según cuenta, 250.000 euros del seguro y ha pedido una subvención de 42.000 euros para cubrir una parte de la pérdida de años de trabajo: "Es un sentimiento de miedo e impotencia, en 2012 tuvimos las mismas pérdidas y ahora esperando a que no llueva", recalca.
Además de estos casos destacados, la dana del 29 de octubre ha dejado graves daños en zonas como Cártama y Valle de Abdalajís, que un año después siguen buscando la vuelta a la normalidad. Con ello, desde los municipios afectados han hecho hincapié no solo en los destrozos sino también en "el aluvión de solidaridad" palpable con un gran número de voluntarios y donaciones de enseres de primera necesidad, así como de unidades de emergencia, protección civil y cuerpos de bomberos.
Hasta el próximo 3 de noviembre la Diputación tendrá abierta la convocatoria para subvenciones de pymes y autónomos cuyos negocios se vieron afectados por las danas de 2024 de un total 57 municipios menores de 20.000 habitantes. Se trata de una línea de ayudas, dotada con un millón de euros, para atender los gastos destinados a la reparación o reposición de daños en espacios afectados que se encuentren a pie de calle con cuantías máximas no superiores a 20.000 euros. Estas subvenciones llegan de la mano de las dedicadas a los municipios y las reparaciones de emergencia en 39 carreteras del Valle del Guadalhorce, la Axarquía y la Serranía de Ronda por las danas de octubre y noviembre de 2024, con un desembolso de 3,3 millones de euros.
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