Los apartamentos turísticos, es decir, aquellos que deben cumplir las mismas normas que un hotel con la única diferencia de que se comercializan pisos en lugar de habitaciones, siguen en caída libre por la competencia de las viviendas de uso turístico, que son aquellas que alquila cualquier propietario a turistas y que sólo están obligadas a cumplir ciertos criterios marcados en un decreto andaluz.

Los apartamentos turísticos albergaron el año pasado a 1,22 millones de turistas en la provincia de Málaga, casi 75.000 menos que en 2017, un 5,7% menos. Esos viajeros realizaron 6,52 millones de pernoctaciones, 297.934 menos que en 2017, un 4,3% menos, según los datos oficiales publicados por el Instituto Nacional de Estadística.

Ese descenso de turistas ha provocado que el grado de ocupación por apartamentos haya descendido casi cuatro puntos de media anual, pasando del 65,6% en 2017 al 61,76% en 2018. Se ha disminuido tanto el número de turistas nacionales como extranjeros. El año pasado los apartamentos turísticos de la provincia acogieron a 336.729 turistas españoles, un 10% menos, y a 893.203 extranjeros, un 3,9% menos. En el caso de las pernoctaciones el fenómeno es el mismo. Los españoles hicieron 1,14 millones de pernoctaciones, un 11,5% menos, y los extranjeros 5,37 millones, un 2,6% menos.

“Ya decíamos en 2018 que esto iba a ocurrir y cada vez a ir a peor”, explica Luis Callejón, presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol, quien reclama a la Junta de Andalucía que haya un mismo decreto regulador para apartamentos y viviendas turísticas.

“Se va a perder empleo de calidad y aportaciones de impuestos a la Administración porque los apartamentos así van a desaparecer. Las viviendas con fines turísticos no tienen recepcionistas, camareros o limpiadoras dadas de alta mientras que los apartamentos tenemos todo eso recogido en un convenio que es el más alto de España”, prosigue Callejón.

Por ahora, tanto el empleo como las plazas se mantienen en torno a los 2.700 y las 43.000 respectivamente. “Se mantienen porque siempre se espera alcanzar más ocupación, aunque sea con reservas de última hora, pero la tendencia es a la baja”, afirma el presidente de Aehcos.