Málaga

El arreglo de unos pozos clave para Málaga se inicia a mediados de mayo

  • Tragsa, empresa a la que la Junta le ha adjudicado las obras, tiene un plazo de seis meses

El arreglo del azud y los pozos de Aljaima, inutilizados desde febrero de 2010 tras el desbordamiento del río Guadalhorce y del que depende parte del abastecimiento de agua de la capital malagueña en épocas de escasez, comenzará a mediados de mayo y estará terminado en un plazo máximo de seis meses. Esa es la previsión de Tragsa, que forma parte del grupo de empresas de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) adscrita al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, y que será la encargada de llevar a cabo esta obra que ha sido adjudicada por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio tras cinco años parada.

La justificación dada por la Junta de Andalucía para explicar este retraso es "la complicada situación económica" por la que atraviesa, si bien fuentes de la Consejería señalaron que "aunque muy convenientes, durante estos años estas obras no han sido imprescindibles porque desde 2010 hasta ahora no ha habido en ningún momento riesgo de abastecimiento".

El Gobierno andaluz considera que las necesidades anuales de abastecimiento de la capital de unos 55 hectómetros cúbicos anuales están garantizados desde los embalses de Conde de Guadalhorce, Guadalteba y Guadalhorce, y adicionalmente de los pantanos de Casasola y Limonero. Es más, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio mantiene que la posibilidad de aprovechar los caudales fluyentes del río Grande, que se derivan gracias al azud del Barullo y son elevados por la estación de bombeo de Aljaima, son irregulares y dependen de la climatología "por lo que no es una aportación necesaria para garantizar el abastecimiento puesto que sólo permite mejorar la garantía de abastecimiento los años húmedos".

Sin embargo, la Empresa Municipal de Agua (Emasa), encargada del abastecimiento de la capital, calcula que aproximadamente entre 14 y 20 hectómetros cúbicos de la totalidad de agua que se consume al año proceden normalmente de estos cinco de los pozos de Aljaima, que fueron perforados en la grave sequía de 1995 y recuperados diez años después cuando los recursos hídricos de los pantanos del Guadalhorce volvieron a escasear.

La realidad es que durante estos años Emasa no ha podido hacer uso de los excedentes invernales del río, que debido al gran volumen de agua que garantiza cuando llueve se han convertido en una garantía para la ciudad. De hecho, la empresa municipal propuso en 2013 adelantar el dinero y ejecutar la obra a cambio de que se le descontara después del canon anual que tiene que abonar a la Administración andaluza por el aprovechamiento del agua de los pantanos del Guadalhorce.

La Consejería de Medio Ambiente insiste en que esa propuesta fue rechazada porque "no era jurídica ni legalmente viable, ya que no lo permite la Ley de Aguas de Andalucía". Con la obra ya adjudicada, por un importe de 1,1 millones de euros, el objetivo es construir un nuevo azud encargado de retener el agua para que la estación de bombeo, situada en la margen izquierda del río Guadalhorce, pueda impulsar de nuevo hasta la planta de El Atabal unos recursos hídricos clave para la ciudad.

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