Málaga

La autopista de Las Pedrizas tiene la mitad del tráfico previsto

  • La intensidad media hasta mayo fue de 7.600 vehículos, cuando se preveían unos 15.000 · La concesionaria insiste en que el momento clave es el verano

Ocho meses después de que se abriese de par en par, el tráfico rodado de la autopista de peaje de Las Pedrizas está muy por debajo de lo esperado. Si las previsiones de la concesionaria de la vía, integrada por Sacyr (40%), Unicaja (30%) y Novagalicia Banco (30%), situaban la intensidad medida diaria en unos 15.000 vehículos, los datos de los que dispone el Ministerio de Fomento hablan de una media de 7.600 en los primeros cinco meses del año, alcanzando un máximo de 8.019 en enero.

A pesar de ello, los responsables de la explotación aseguran que se cubren las expectativas. Una afirmación que tiene que ver, sobre todo, con las esperanzas que se ponen en los meses de verano, momento clave para ver el verdadero efecto de atracción de esta vía, puesto que se espera la llegada de miles de turistas. El director general de la concesión, Miguel Ángel Rufo, quitó importancia a los primeros datos, recordando que se trata de una explotación a 37 años y que lo normal es que paulatinamente aumente la intensidad.

Para tratar de ajustar las cifras de vehículos, y por ende los ingresos del peaje (junio, julio y agosto el coste es de 4,65 euros, y 17 días de Semana Santa para vehículos ligeros y de 3,05 euros el resto del año), el uso en la etapa estival tiene que crecer y mucho. Rufo confirmó que las estimaciones para ese intervalo apunta a que serán "más de 20.000 vehículos diarios" y aseguró que ya en los primeros días de julio se cuentan del orden de 11.000.

Pero, ¿por qué una intensidad tan baja? La respuesta es doble: de un lado, el efecto de la crisis económica que, no sólo en esta autopista, conlleva un sensible disminución de los movimientos, y puede llegar a disuadir a más de uno de pagar peaje cuando tiene la alternativa de la A-45; de otro, el desconocimiento que aún muchos conductores, especialmente de Málaga capital, muestran ante los enlaces de la carretera con los puntos de destino.

Unas dudas que se amplían, por ejemplo, en el caso de los transportistas. "Hay muchos que no saben cómo enlazar desde la hiperronda hacia los polígonos y que si usasen la autopista podría llegar más rápido", explicó Rufo. Ante esta situación, el director de la explotación admite que se han mantenido contactos con este colectivo para aportarles información sobre el trazado. La dificultad se atisba aumentará en pleno periodo vacacional, puesto que buena parte de los usuarios que pasarán por la carretera lo harán por vez primera.

Actualmente, son unos 720 los vehículos pesados que usan la autopista. El aspecto económico es otro en el que trata de trabajar la concesionaria. "De lo que no se dan cuenta muchos conductores es del ahorro en gasolina que les supondría ir por la autopista, ya que es ocho kilómetros más corta y permite velocidades constantes", expuso, al tiempo que insistió: "Eso sin añadir el tiempo que se acorta y la mejora de seguridad".

Desde la puesta en servicio de la vía, a finales de octubre del año pasado, ni un solo accidente de consideración. "Quitando algún reventón de rueda nada importante; toquemos madera. A la espera de ver las estadísticas, creo que se trata de una de las carreteras más seguras del país", añade. La infraestructura, que supuso una inversión de unos 400 millones de euros, está complementada por un avanzado sistema de control de cámaras, al punto de que los casi 25 kilómetros de trazado son visualizados por cámaras desde el puesto de mando, localizado junto al punto de peaje. "Un mecanismo que está reforzado en el interior de los túneles, donde existe un sistema llamado DAI (Detección Automática de Incidencias), que hace saltar una alarma cuando surge cualquier problema", añadió Rufo.

A pesar de los números, la realidad en la que se mueve esta concesión, la explotadora huye de cualquier comparación con los problemas detectados en otras vías de peaje, cuyos agujeros económicos pueden obligar al Ministerio de Fomento a rescatarlas. Los estudios manejados por Sacyr, Unicaja y Novagalicia Banco indican que la inversión realizada podría amortizarse a los diez años.

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