10 de la mañana. La conductora de un vehículo que circula por calle Hilera intenta cerrar la puerta del copiloto, que tenía un fallo y se abría sola. Pierde el control y acaba colisionando contra una valla. Tras dar una vuelta de campana, el turismo vuelca. La mujer, de unos 30 años, trata de salir del turismo. La escena es observada, entre otros testigos, por Adrián Ceballos, uno de los camareros de la cafetería De la Mota, próxima al lugar del accidente, que fue el primero en reaccionar.

El hombre saltó la valla contra la que había impactado el coche y acudió al rescate de la joven, que había comenzado a salir a gatas. "Lo que hice fue ayudarla a que se incorporara y pudiera ponerse en pie", relata el trabajador. A renglón seguido le prestó los primeros auxilios. "Saqué sus efectos personales del vehículo: el bolso, el móvil...Y le ofrecí agua. Estaba en estado de shock", narra.

Adrían, el camarero que auxilió a una conductora

El siniestro se produjo, según el relato de Adrián, cuando la conductora trató de cerrar la puerta. "Se le fue el volante y pisó el acelerador o el freno. El vehículo chocó contra un bordillo y la valla lo impulsó hacia fuera. Iba a escasa velocidad. Lo vimos todo como a cámara lenta", recuerda el testigo, que al principio se quedó "impactado". Otra de las camareras dio aviso a la Policía Local y al 061.

En ese momento eran varios los clientes que desayunaban en la cafetería. Uno de ellos, que aseguraba ser abogado, se ofreció a asistir a la conductora, a la que una ambulancia trasladó hasta un centro hospitalario, aunque su estado era leve.

El accidente también fue presenciado también por un lotero, quien poco después de que ocurriera señalaba a este periódico que si la velocidad del vehículo hubiera sido superior el final habría sido distinto. "Fue muy aparatoso", destaca.