Un debate tosco, tenso y que empaña lo que hasta esta misma mañana era una moción institucional. El tejado a dos aguas de la Catedral de Málaga ya tenía presencia en el Pleno de mayo del Ayuntamiento de Málaga por una moción ordinaria de Ciudadanos que, a todos visos, iba a ser institucional. Presentó el Partido Popular una moción urgente sobre el mismo, en el que recordaba la solución con la doble piel que se dio por parte del la anterior Junta de Andalucía socialista y que ha hecho estallar las naves del PSOE.

En la primera votación, sobre la moción popular, Lorena Doña, socialista, ha pedido que se elimine en una enmienda la oración que recordaba la solución fallida. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se ha negado en rotundo, “la moción recoge la historia, la verdad de lo que pasó, los errores suceden y hay que admitirlos”. Enrocado en esa posición el primer edil, Daniel Pérez le pedía que lo retirase a fin de que saliese apoyada por todos los grupos, “ya está en el cuerpo expositivo, retírelo”.

Remedios Ramos, portavoz de Unidas Podemos, pedía que se retirase en pos de que la moción fuese aprobada por unanimidad, “nuestra Catedral se lo merece, dejen el pimpampún de quién tuvo la culpa y quién no”. A lo que añadió que si no salía “por unanimidad estamos dando un espectáculo lamentable”. El alcalde le respondía que no era cuestión de volver al y tú más, sino de ser fiel a la historia, “he sufrido con el deán lo que fue una auténtica cerrazón de la Junta que ha cambiado con la actual Consejería, aunque su trabajo ha costado”. Desde el PSOE le aseguraban que estaba haciendo campaña y han acabado absteniéndose en ambos puntos de la moción.

Con ambas bancadas ya crispadas se debatía la moción ordinaria presentada por Ciudadanos referente al mismo tema. Una moción que hasta esta misma mañana tenía pretensión de ser elevada a institucional, pero los populares se han opuesto a ello. A tal punto ha llegado el debate entre ambas bancadas para que la moción fuese elevada a institucional que ha acabado saliendo Juan Cassá de su ostracismo para asegurar que iba a votar en contra para romper con la institucionalidad de la misma levantando la sorpresa de todos los presentes.

El alcalde saliendo del salón de plenos.

Finalmente, Cassá ha vuelto al redil de su pacto para votar a favor junto con el resto de populares, la negativa del PP a elevarla a institucional ha sido suficiente. Remedios Ramos ha saltado ocurrentemente “menos mal que somos ateos, si no esta mañana iríamos todos al infierno”, a lo que el alcalde le ha reprendido, “no sé si es usted agnóstica o atea, pero sí es muy indisciplinada”.

Con esta tensión en el ambiente, llegaba otra moción cargada de argumentario de campaña a las andaluzas. El PP pedía hacer público un calendario “realista de sus inversiones en Málaga”, después de un informe del Gobierno que descartaba acometer el vial ferroviario entre el Puerto y la ciudad.

Ha acabado la moción siendo un toma y daca de qué hicieron y qué no hicieron cada uno de los gobiernos de ambos colores de la ciudad. Los populares pedían más inversiones, recordando los proyectos prometidos y guardados en un cajón por los socialistas, “es una pequeña reflexión de los proyectos inacabados por los socialistas en Málaga”, ha resumido Raúl López, concejal de Urbanismo. Estos, sin embargo, sacaban pecho por los últimos presupuestos “que triplican en inversión en infraestructuras para la ciudad respecto a los últimos del Gobierno de Mariano Rajoy”.

Noelia Losada, por su parte, se mantenía al margen “estaremos a favor de todo lo que implique progreso para Málaga. Aquí no somos más tontos ni más listos que nadie, el déficit de infraestructuras es lo que nos lastraba”, sin decir si esto era culpa de un partido u otro.

Nicolás Sguiglia, de Unidas Podemos, sin embargo, reclamaba a los populares que fuesen más críticos con los gobiernos de su propio partido, “con el Gobierno de Susana Díaz eran leones y ahora son gatitos de peluche, esto es lo peor de la política”.