Málaga

Dos años de cárcel para el miembro de una banda que clonaba tarjetas en cajeros

  • Colocaba lectores-grabadores para quedarse con las claves

  • Actuaba en Málaga, Huelva, Sevilla y Córdoba

Ciudad de la Justicia.

Ciudad de la Justicia. / Javier Albiñana

La Audiencia Nacional ha condenado a dos años de cárcel a una persona que era miembro de una banda organizada dedicada a clonar tarjetas de crédito mediante la instalación de dispositivos de lectores-grabadores en los cajeros automáticos de Huelva, Sevilla, Málaga y Córdoba.

La sentencia de conformidad, a la que ha tenido acceso Efe, lo considera responsables, en concepto de autores, de un delito de falsificación de tarjetas de crédito y débito en concurso ideal con un delito de estafa continuado y de un delito de pertenencia a grupo criminal imponiéndoles por el primero la pena de cárcel.

En cuanto al delito de pertenencia a grupo criminal la Audiencia Nacional condena también a cada uno a 6 meses de prisión a sustituir por pena de un año de multa con una cuota diaria de seis euros (en total 2.190 euros). En esta causa ha sido aplicada al acusado la atenuante de dilación extraordinaria e indebida del procedimiento, como muy cualificada. Hay que recordar que por estos hechos ya fueron condenados por la Audiencia Nacional, a principios de año, otros tres miembros del grupo, todos ellos de nacionalidad rumana.

Traspasaban los números de las tarjetas a otros miembros de la red en Rumanía, Nueva Zelanda y Colombia

Se considera probado que el acusado, junto a los demás, desde al menos el año 2012, de forma coordinada y puestos de acuerdo para ello, se dedicaban a la instalación de dispositivos de lectores-grabadores en los cajeros automáticos de entidades bancarias de Huelva, Sevilla, Málaga y Córdoba, con la finalidad de conseguir los datos de las tarjetas de crédito y débito de los usuarios ("skimming") para fabricar tarjetas falsas y utilizar las mismas, bien para sacar directamente dinero de los cajeros automáticos, bien para adquirir bienes y servicios en los comercios.

Tras ser detenidos el 13 de octubre de 2012 en la capital onubense por la Policía Nacional se inicio una investigación que permitió descubrir que los investigados formaban una banda organizada con reparto de tareas.

Gozaban de la infraestructura necesaria, no solo para operar fraudulentamente en España, sino también en el extranjero, pues traspasaban la numeración de las tarjetas clonadas a otros miembros de la organización, quienes las utilizaban en otros países, concretamente en Rumania, Nueva Zelanda y, fundamentalmente, en Colombia, dejando más de 300 afectados por estos hechos y cuantiosas pérdidas.

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