El CD AMDDA cumplirá una década con una 'goleada' de superación

Cada semana, un grupo de jóvenes se reúne en el campo de la Olímpica Victoriana para entrenar con la misma intensidad y entrega que otros equipos, pero con una motivación que va mucho más allá de solo jugar a fútbol. Su objetivo principal, además de disfrutar del deporte y competir por títulos, es mejorar, crecer y superarse cada día. Son los jugadores del CD AMDDA, el único equipo malaque compite en la Liga Nacional de la Federación Española de Deportes de Personas con Parálisis Cerebral y Daño Cerebral Adquirido.

AMDDA, las siglas de Andaluces y Malagueños por la Diversidad y el Deporte Adaptado, nació en 2016, por lo que, el próximo año, cumplirá una década de historia. ‘‘Surge cuando unos chavales con parálisis cerebral nos juntamos para jugar una pachanga’’, explica Alan Pinto, que recientemente colgó las botas a sus 44 años y ahora realiza las funciones de presidente. ‘‘Los comienzos fueron difíciles’’, asegura, porque, en ocasiones, no llegaban al número mínimo de jugadores para competir, ‘‘jugábamos 4 contra 7’’ y perdían por más de 15 goles, pero, desde entonces, ‘‘hemos ido creciendo, fichando a personas y cada día vamos mejorando’’, apunta el presidente. El club cuenta con dos plantillas porque, además de la Liga Nacional (solo para personas con parálisis cerebral) tienen un equipo en la Liga Inclusiva de Andalucía ‘‘donde todo el mundo que tenga una discapacidad tiene cabida, porque creemos y pensamos que el deporte es por y para todos’’, manifiesta Óscar Gil, entrenador del cuadro malagueño, al frente del equipo las últimas cuatro temporadas.

La plantilla de Liga Nacional compite en fútbol 7, con dos partes de 30 minutos cada una y cinco cambios en tres ventanas. La única peculiaridad es que no hay fuera de juego y los chicos deben ser mayores de 16 años. Además, existen otras normas como el tipo de jugadores sobre el campo, a tener en cuenta por los entrenadores para no incumplir las reglas. Hay diferentes clasificaciones y pueden ser un 1, un 2 o un 3. ‘‘El 1 tiene, generalmente, más dificultad de movilidad, el 2 tiene media y el 3 es el que menos tiene, no obstante, sigue teniendo parálisis cerebral. Solamente que se nota cuando hay más fatiga o tiene menos estímulos’’, explica Gil. La normativa exige que hay que jugar obligatoriamente con un 1 y, como mucho, puedes utilizar un 3.

Actualmente, esta plantilla cuenta con 11 jugadores. La competición arranca el próximo mes de enero en Parla (Madrid). El complejo deportivo Javier Camuñas acogerá la primera jornada durante un día para que los nuevos jugadores pasen una clasificación para ver si son 1, 2 o 3, que, en este caso, se realiza ‘‘una prueba de camilla, otra en campo y la última en partido. Se observan varios parámetros y se indica qué capacidad tiene el jugador’’, explica el entrenador malagueño. En esta primera cita, AMDDA se enfrentará a la Fundación Intercity. La segunda y tercera jornada será en Málaga, concretamente en el campo de Santa Rosalía de Maqueda, los días 14 y 15 de febrero. El cuadro malagueño se medirá a la SD Eibar y a Disport FC. Luego, le seguirá la jornada 4 y 5 en el País Vasco y la 6 y 7 en Alicante. Por último, la fase final se jugará en Salou (Barcelona).

Entre los componentes de la plantilla se encuentran Josema Bueno (el capitán del equipo) e Isaías Pacheco, ambos, internacionales con España. Sin ir más lejos, Bueno ha sido recientemente registrado como deportista de élite por el Consejo Superior de Deportes (CSD) tras conseguir la medalla de bronce con la selección española en el europeo celebrado el pasado verano y Pacheco se queda con la primera experiencia en el Mundial de Argentina, ‘‘aunque jugué poco porque me lesionaron a los 26 minutos del primer partido, pero es con la que me quedo’’. El próximo reto es convertirse en campeones de España con el club malagueño.

Ambos están desde los inicios del club y el fútbol es su vida. ‘‘Como dice nuestro presidente, es la mejor herramienta’’, manifiesta Bueno. Aseguran que AMDDA les ha cambiado la vida. ‘‘Ha sido para bien, gracias a mi Alan. Él ha influido en mi vida y de estar todos los días en la calle, con malos hábitos…, a estar aquí haciendo deporte’’, apunta Pacheco, mientras que Bueno asegura que le ha ayudado, ‘‘sobre todo, en la mentalidad. Antes decía que no podía hacer algo. Ahora, eso no existe, siempre lo intento’’.

El ambiente entre los compañeros es ‘‘maravilloso, somos una familia’’, manifiesta Pacheco que, además, explica que ‘‘cuando hay que salir, se sale y cuando hay que estar serios, nos rompemos la cara por el equipo’’. Por su parte, el presidente Pinto lo nota ‘‘cuando perdemos, porque nunca se han reprochado nada’’ y el capitán cataloga de ‘‘alegría’’ ir a entrenar todos los días porque ‘‘ves como los compañeros se superan día a día y eso me motiva a superarme’’. Además, puso como ejemplo el caso de un compañero: ‘‘Se llama Mateo y desde que empezó hasta día de hoy ha tenido una gran mejora y ha sido un gran ejemplo para mí’’. Para el cuerpo técnico y el presidente la satisfacción es ver cómo estos chicos mejoran.

Especialmente, Gil quiso resaltar el caso de otro jugador, Alexis Amate: ‘‘Tengo la suerte de conocerlo desde los 14 años en fútbol normalizado. Luego pasó a PC conmigo y lo he visto en todas las facetas. Es un niño que ha crecido muchísimo deportivamente y es una pieza fundamental de AMDDA y la selección’’. Y como este, confirma que existen muchos casos similares.

El CD AMDDA cuenta en su palmarés con un campeonato de España en 2021, fue subcampeón en 2020 y alcanzó los play off en 2019. Pero no es fácil conseguir estos puestos, a pesar del gran nivel de los jugadores del cuadro malagueño. ‘‘Somos un equipo humilde, de barrio, y estamos luchando contra entidades, pero nos falta un empujón’’, explica el entrenador. Esa mejora sería tener más jugadores, y no es porque no esté contento con los suyos, ‘‘pero no es lo mismo tener a un jugador insustituible porque no tiene a nadie para cambiarlo, que tener a una persona detrás dando bocados; así espabilaría’’, apunta Gil.

Otro problema que existe es que, a pesar de ser un fútbol profesionalizado porque las jornadas se televisan en YouTube, desde varias cámaras, no se cobra. Además, Gil explica que en muchas ocasiones se ven sin jugadores porque ‘‘a algunos no los dejan asistir. Al no ser remunerado, no puedes exigirles nada. Y a muchos no les dan permiso en el trabajo’’.

Desde la perspectiva del cuerpo técnico y presidente, el fútbol lo es todo para este grupo de jóvenes y de lo que más orgullosos están es de su mejora y superación cada día. Se apoyan unos a los otros, ‘‘intento que cuando viene alguien nuevo, lo arropen desde el primer momento’’, manifiesta Gil y ‘‘ellos tienen que salir adelante porque los padres no duran toda la vida’’, apunta Pinto. Entre risas, el presidente les dice muchas veces que ‘‘aunque vengan sin ganas, vayan su hora y media y se mosqueen hasta por perder un balón’’. Muchos llegan al entrenamiento tras terminar su jornada laboral y, aunque llegan desmotivados, luego lo agradecen, según el entrenador, porque el fútbol les da vida.

En este proceso no están solos. ‘‘Primero nos patrocinaron algunos restaurantes, comercios... Ahora contamos con el apoyo de Fundación la Caixa, Diputación de Málaga, Borja Vivas, Dani Pérez...’’, explica Pinto, a lo que Gil añade que hay otras aportaciones como la de Besoccer, ‘‘que sale del bolsillo de sus trabajadores’’, o Clínica Veterinaria Pinos del Limonar, otros establecimientos como Fisioyoga Málaga o César Guerrero, que les ayuda con fisioterapia, nutrición y preparación física o la Olímpica Victoriana que les cede sus instalaciones. ‘‘Para nosotros es muy importante’’, manifiesta el presidente.

Bajo el lema ‘‘si no ves el camino, AMDDA’’, Pinto y Gil animan a los chicos con parálisis cerebral a que se unan al equipo porque ‘‘aquí siempre tenemos las puertas abiertas’’. Entrenan martes y jueves de 18:30 a 20:00 horas en el campo de la Olímpica Victoriana y los esperan con los brazos abiertos. Más que un club, AMDDA es una lección de vida. Un equipo que demuestra que la victoria, además el resultado, es mejorar y superarse cada día.