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día de la policía nacional

"He estado cerca de ser uno de los policías caídos"

  • El agente al que un hombre intentó arrojar por el puente de Armiñán y un histórico de la Policía con dos décadas de experiencia en delitos económicos reciben la máxima distinción

La imagen del fondo del río Guadalmedina, ese por el que estuvieron a punto de arrojarle, todavía le perturba. La frondosidad de los matorrales y su cuerpo en pendiente completan el trazado de una escena eterna en su memoria, como también lo será para él la noche de las elecciones generales de 2016. El policía nacional Jesús Fernández había terminado su servicio y ya se había colocado el casco de su motocicleta para regresar a casa cuando la jornada, a la altura del Puente de Armiñán, en la zona de la Goleta, se tornó casi en tragedia. Había sido padre de una niña un mes antes. "Mi compañero se iba a casa caminando. Vi que sufrió una agresión -un botellazo- y se desplomaba. Me hizo un gesto y me decía: 'Detenlo, detenlo". Una persona, el agresor, salió corriendo y yo tras él, hasta que lo alcancé. Se inició entonces una absoluta pelea callejera", recuerda el agente, que ayer recibió durante el Día de la Policía Nacional la cruz al mérito policial con distintivo rojo, la máxima distinción que otorga el Cuerpo.

Durante el forcejeo, Jesús sufrió "golpes y patadas". Con la escasa nitidez propia de una situación que lo ponía contra las cuerdas, además del sudor que se deslizaba por el protector del casco, solo atina a recordar a una persona que le arrastraba "por el suelo". En el momento clave, describe, acudieron los refuerzos, que le "salvaron la vida", destaca. Y se muestra convencido de que si llegan a tardar "30 segundos más" no habría tenido la oportunidad de contar su caso. "Llegaron a tiempo. Solo con pensar que estuve a punto de palmarla me pongo malo. Tengo una niña muy pequeñita", expresa con los ojos empañados en lágrimas. Otra de las intermitentes imágenes que llegan a su mente es la de un ciudadano anónimo que trató de ayudarle. "Querría darle las gracias por su valor. Eso no lo hace cualquiera", admite. A él, a todos los compañeros y a su jefe, que le han venido apoyando.

En junio, Jesús tuvo que revivir la "desagradable" experiencia para prestar declaración en el juicio que se celebró para juzgar al autor de los hechos, un individuo con antecedentes que había salido de la cárcel y que se hacía llamar Urtain, en honor al boxeador español que fue campeón de Europa de los pesos pesados. "En algún momento de su vida se tuvo que dedicar al boxeo. Sabía pegar", asevera el policía. El agresor, de 42 años, fue condenado por la Audiencia Provincial a siete años y seis meses de prisión por intentar arrojarle por un puente y propinarle un botellazo a otro efectivo.

El agente sufrió una grave lesión de rodilla de la que todavía no se ha recuperado y que aún le mantiene de baja. Y pese a ello, está convencido de que volvería a bajarse de la moto para ayudar a un compañero "y por cualquier persona". "Lo que pasó no me quita las ganas, todo lo contrario. En los homenajes a los caídos siempre pienso que estuve a punto de ser uno de ellos, pero no creo que ahí haya terminado mi vida profesional", destaca. Aunque sin fecha de vuelta, aspira a recuperar la rutina en el grupo de policía judicial de la Comisaría de Palma-Palmilla en el que cumple el sueño que tenía desde pequeño: ser policía. "Mi padre lo fue durante más de 40 años. Es inevitable seguir el ejemplo de la familia y él ha sido el mío", subraya el agente, que viste el uniforme desde 2005.

Julio Peralta, un histórico de la Comisaría de la Policía Nacional de Málaga, donde ejerce desde hace 21 años, recibió la otra medalla roja que el Cuerpo ayer concedió. Lleva investigando fraudes y delitos económicos desde 1997, además de atracos y robos en casas. Durante estas dos décadas ha descubierto a delincuentes "que han sido capaces de engañar a la banca para conseguir un beneficio económico", para lo que, precisa, se debe tener una gran "cualificación". "Son artistas del engaño", dice en tono irónico. El inspector Peralta, que también suma a su cometido las investigaciones por blanqueo de capitales, ha asistido a la "notable transformación" que ha experimentado la "delincuencia económica", aunque la "esencia del engaño", a veces auspiciado por la "avaricia", es siempre la misma. Aunque asegura sentirse "plenamente realizado", admite que si pudiera "volver atrás" trataría de "recuperar el tiempo perdido con la familia". Porque policía, pese a los turnos de trabajo y los descansos, se es las 24 horas.

Otros 86 agentes también fueron ayer condecorados. La Policía reconoció a su vez la labor del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) de la Policía Local, el servicio de Urgencias del Hospital Clínico y, entre otros, la jueza decana de violencia de género, Concepción Montoya.

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