El cielo nocturno siempre depara algún espectáculo para los ojos más curiosos. Y en estos días del mes de junio se puede observar la luna de fresa. En la noche de este pasado lunes 17 de junio en el hemisferio norte ha tenido lugar este fenómeno que se repite cada año.

Si se lo perdieron, aún en estos días se puede ver el gran satélite y tomar una espectacular instantánea. Este año, el fenómeno astronómico coincide con la presencia brillante de Júpiter —el planeta más grande del sistema solar— que acompaña a la luna en el firmamento nocturno. 

Pero no esperen encontrar una Luna roja o rosa, como la fruta, por recibir ese nombre. Más bien presenta un color ámbar. El título de este fenómeno, la luna llena del solsticio de verano, cuando las noches son las más cortas del año, tiene un origen agrícola. 

El termino fue acuñado por los pueblos algonquinos, nativos de América del Norte, que creían que la luna llena de junio marcaba el comienzo de la temporada de cosecha de fresas silvestres. Otros nombres para denominar a este fenómeno en el hemisferio boreal son luna de rosa, luna de miel y luna caliente, mientras que en el hemisferio sur se la conoce como la luna de la noche larga. Al sur del Ecuador están a punto de vivir, por el contrario, el solsticio de invierno.