En la nómina del mes de febrero ya se encontraron algunos profesores con una desagradable sorpresa. Se hacían efectivas las "penalizaciones" por bajas por enfermedad y hubo docentes que cobraron 350 euros menos por una semana de ausencia de su puesto de trabajo o 500 por faltar diez días lectivos. Esta medida, que se puso en marcha tras las vacaciones de Navidad y que supone la reducción del 50% del salario diario los tres primeros días y del 25% del cuarto al vigésimo, está provocando un descenso en la cifra de ausencias. Aunque aún no hay números oficiales, los sindicatos estiman que ha caído un 20% el número de bajas en estos primeros meses del año.

Pero no es que los maestros tengan mejor salud ahora que nunca. Lo que subrayan los sindicatos es que están acudiendo a clase enfermos para evitar el recorte en sus nóminas. Algo que merma la calidad de la enseñanza y que puede resultar perjudicial no sólo para el adulto, sino también para los niños y adolescentes con los que trabaja. Gripe, infecciones, lesiones musculares u otras dolencias que no revisten especial gravedad se llevan ahora al aula.

"Si te entra una gripe puedes justificar tres días de ausencia ante el director del centro, pero al cuarto vas mala a trabajar", dice Teresa Blanca, secretaria general de la Federación de Enseñanza de UGT. Y eso, según afirma Blanca, se produce "con el consiguiente peligro para tu salud y el riesgo de contagio a los niños". Desde este sindicato señalan que si las bajas han descendido un 20%, la mitad la componen este tipo de casos, docentes que vuelven al trabajo antes de estar curados para no tener una importante reducción salarial al final de mes.

"Los profesores están asistiendo a clase enfermos, con fiebre, transmitiendo virus, y no nos parece adecuado", explica Ramoni Ruiz, presidenta de CSIF Enseñanza en Málaga. Sobre todo, considera Ruiz, si el descenso de ausencias no supone una cifra alta. "Para un 10% menos no vale la pena este machaque que estamos sufriendo", critica también Teresa Blanca, de UGT. "El profesor no trabaja en una ventanilla, sino con niños, con adolescentes, en definitiva con personas, son los que están educando a la sociedad del futuro y nos parece exagerado que tengan que ir con fiebre a trabajar", apuntó Ramoni Ruiz, de CSIF.

Con esta medida, que a partir del día 21 de ausencia ya no supone ningún recorte salarial, se pretende disminuir las ausencias cortas del profesorado. Si, aún así, se demuestra que se deben a enfermedades graves, hospitalizaciones o cirugía de urgencia, la cantidad que se quitó de la nómina se devuelve. Sin embargo, los sindicatos aseguran que eso lleva un trámite que podría suponer varios meses para percibir nuevamente el dinero detraído por dichas faltas.

"Evidentemente hay menos bajas y menos ausencias por el tema de los recortes durante la incapacidad temporal", apunta Yolanda Gamero, responsable de Enseñanza Pública en CCOO. Gamero explica que uno de sus afiliados les comunicó que había estado dos semanas de baja y habían recortado 500 euros. "Ya la gente está sufriendo reducciones y en situaciones en las que antes se quedaban en casa, están yendo a trabajar por miedo al descuento salarial, porque es una bajada que va unida a las reducciones anteriores", subraya la responsable de Enseñanza Pública de CCOO que señala que "la calidad docente se merma, todo afecta directamente a la calidad educativa".

Desde CSIF aseguran que "el grado de compromiso y responsabilidad del profesorado es muy grande" y consideran mínimos los casos de profesionales que "justifiquen una falta de forma irreal", sostiene Ramoni Ruiz, que apuntó la situación complicada que sufren muchas familias que no pueden permitirse cobrar menos.