La Policía Nacional ha detenido a dos comerciales de una empresa aseguradora por estafar, presuntamente, unos 50.000 euros tanto a clientes como a la mercantil para la que trabajaban y que resultó afectada.

La investigación apunta a que los dos individuos, que no cuentan con antecedentes policiales, habían abierto cerca de medio centenar de pólizas a nombres de clientes sin la autorización correspondiente de ninguno de ellos. La Policía cree que falsificaban la documentación necesaria, por lo que les atribuye un presunto delito de falsedad documental, además de otro de estafa.

Fue la denuncia que presentó una de las víctimas la que puso sobre la pista de lo ocurrido a la Policía, que abrió una investigación para esclarecer el caso. Las pesquisas han permitido determinar, según explicaron fuentes próximas consultadas por este periódico, que los supuestos estafadores actuaron entre 2019 y el presente ejercicio.

El fraude cometido, supuestamente, por los arrestados, no solo supuso un perjuicio económico para las víctimas a las que le asignaron una póliza de seguro sino también a la empresa, de la que, apunta la investigación policial, cobraban, una comisión.

Los detenidos cobraban además una comisión de la empresa perjudicada

Hace solo tres meses, la Policía Nacional resolvió un caso similar que acabó con la detención de un hombre como presunto responsable de los delitos de estafa, falsedad documental y extorsión, por presuntamente haber estafado unos 15.000 euros a su empresa, así como a varios de los clientes de la mercantil afectada.

Alguno de los métodos empleados para perpetrar el fraude consistía, según las pesquisas, en el cobro de facturas que no llegaban a facilitarse a los clientes para, tiempo después, volver a cobrarlas, llegando en alguna ocasión a extorsionar a varios de los comerciantes si no pagaban las supuestas deudas contraídas.

La investigación se inició a mediados del mes de junio cuando agentes del Grupo de Investigación del Distrito Oeste de Málaga recibieron la denuncia del propietario de una empresa dedicada a la distribución de productos alimentarios. En su declaración ante los policías, el dueño aseguró haberse percatado de que la persona que había estado trabajando como comercial para su empresa y que, además es su cuñado, le habría estafado tanto a él como a sus clientes.