Málaga

Los comerciantes de Málaga observan indicios de ligera mejoría en el sector

  • Su optimismo reside en que, según sus datos, el número de clientes y de ventas ha aumentado con respecto al pasado año · Defienden la necesidad de utilizar las nuevas tecnologías como plataforma para sus productos

Málaga Hoy toma el pulso al sector del comercio en la provincia. Para ello, ha reunido en un desayuno de trabajo celebrado en la señorial sede de Cajamar en Málaga, Villa Onieva, a algunas de sus cabezas visibles. Los ponentes han analizado la actualidad de los comerciantes, el papel que las administraciones juegan en este ámbito y cuál será su futuro más inmediato. Antonio Souvirón, delegado de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía en la provincia; Enrique Gil, presidente de la Federación de Comerciantes de Málaga (Fecoma); Juan Carlos Gómez, gerente del centro comercial Miramar de Fuengirola, y Jorge López, director del Área de Comercio del Ayuntamiento de Málaga, coinciden en que es necesario el uso de las nuevas tecnologías para potenciar el mercado. La ligera mejoría en el sector deja ver un hilo de optimismo en sus declaraciones, aunque continúan resaltando la lentitud en cuanto a la tramitación de la documentación requerida para poner en marcha un negocio en la provincia. Además, tratan de la viabilidad de la apertura de los comercios en domingos y festivos, la repercusión que esto puede tener sobre la llegada de cruceristas a la capital y las ventajas o desventajas de aglutinar diversos locales en un mismo centro comercial.

-Málaga Hoy (M. H.): ¿Cuál es la situación actual del sector?

-Antonio Souvirón (A. S.): Actualmente, el comercio supone el 10% del PIB, el 30% de las empresas andaluzas, casi 181.000 establecimientos, de los cuales la inmensa mayoría son pymes (98,8%). En cuanto al empleo, supone el 16% del total andaluz, 525.000 puestos de trabajo más estables, porque se resisten más a despedir. Desde el punto de vista económico, el comercio está atravesando, como todo, las dificultades económicas, pero lo cierto es que siempre ha habido comercio. Creo que se está adaptando bastante bien. Si tuviera que decir alguna solución, lo fundamental es el asociacionismo de comerciantes, que es lo que puede posibilitar el que se aborden los retos.

-M. H.: ¿Cuáles son los principales problemas que afectan en la actualidad al sector?

-Enrique Gil (E. G.): Creo que es más fácil decir qué problemas no tenemos. Al hilo de lo que ha dicho Antonio, creo que la potenciación del asociacionismo que se está haciendo desde la Junta de Andalucía es muy importante, si bien es cierto que seguimos muy atomizados y falta quizá una herramienta que presentó el consejero Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso, que es la Central de Compra-Venta Virtual que va a favorecer mucho la cooperación empresarial. Soy cooperativista en el sector del suministro industrial y fundador de una cooperativa y soy defensor de esa cooperación. Seguimos muy atomizados. Málaga, que se crea con el comercio hace 2.800 años, sigue la idiosincrasia de los andaluces, y matizo lo de andaluces y no del resto de España, donde se practica mucho más la cooperación. Aquí, los comerciantes, cuando en la misma calle ponen un actividad parecida a la nuestra, creemos que rivalizamos y que somos enemigos. Algunos entendemos lo contrario, que podemos potenciar la visita de esa zona de mayor número de clientes potenciales. Hay que buscar la adaptación del comercio a los tiempos que van corriendo. También creo que el comercio tradicional tiene mucha inventiva. En los últimos años ha hecho frente a la integración de sistemas comerciales mucho más potentes que los suyos y esa inventiva tenemos que tenerla permanentemente.

-M. H.: ¿Las grandes superficies comparten inquietudes con el comercio tradicional?

-Juan Carlos Gómez (J. C. G.): Hay que diferenciar las grandes superficies de los centros comerciales. Al fin y al cabo, un centro comercial también es una asociación de comerciantes que se unen bajo un mismo techo. En nuestro caso, muchos comercios locales en Fuengirola también están en centros comerciales y coexisten con las grandes firmas. Nosotros les marcamos un poco el carril que hay que seguir y nos hacemos eco de su voz. Ofrecemos un aparcamiento gratuito, una seguridad, una climatización -calor en invierno y frío en verano- pero después, los que tienen que ofrecer son ellos.

-M. H.: ¿Qué iniciativas promueven las instituciones?

-J. L.: Hay diversas, como la de Centro Comercial Abierto que es justo lo contrario que un centro comercial cerrado pero con los mismos objetivos. Buscamos una sinergia, homogeneizar y conseguir algo muy difícil, muy evidente y fácil de ver en una zona consolidada como en esta ciudad es calle Larios. Que haya un entorno comercial. Eso el ciudadano no lo percibe y es más difícil de percibir en otros sitios. ¿A qué animamos nosotros desde la administración local? A ir y copiar. Vete al Plaza Mayor y empieza a analizar porqué esto parece que es un recinto único con diferentes personalidades pero con un contexto común. Porque se ha buscado un escaparatismo homogéneo, una señalización con las mismas dimensiones, con una retroiluminación, etcétera. Tiene un pavimento común. El suelo es todo lo mismo, como en la calle Larios, y te da una sensación de que aquello es uno y automáticamente te colocas en un contexto donde te das cuenta de que aquello es un centro comercial. Eso en la calle tiene muchas dificultades. Cuando es peatonal es más fácil, pero con tráfico cruzado es bastante complicado. Pero ese es el reto. ¿Hay competencias? Claro que la hay, pero la calle tiene una serie de ventajas que no tiene el centro comercial: de entrada el aire libre, el sol, todo tipo de dinamismo, de libertad, que no tienen los centros comerciales cerrados. Además, hay otra reflexión. Hay que cambiar el chip desde la administración. Hay que hacer un modelo mucho más declarativo. Es que tardan seis meses en darme la licencia de apertura, la de obra, la de ocupación... Eso es algo que políticamente hay que transmitir, todo el mundo se tiene que poner de acuerdo y cambiar. Hay que exigir mayor autonomía, supervisado a posteriori, por supuesto, porque a priori es que no avanza.

-E. G.: En este punto, estoy de acuerdo. Los ayuntamientos tienen que velar por la seguridad, lógicamente, pero hay unos técnicos para la instalación, arquitectos para la edificación, un perito aparejador para que la construcción vaya acorde... Aquí, la media para conseguir la licencia de apertura de un comercio es de un año, en algunos casos hasta tres o cuatro.

-M. H.: Y mientras uno espera la licencia definitiva...

-E. G.: No tiene más remedio que abrir.

-J. L.: Se saltan la norma.

-E. G.: Claro. Pero si viene una inspección, pueden sancionarte. Aunque no se suele poner, se advierte.

-A. S.: En Andalucía, el modelo que tenemos es el que combina todas las fórmulas comerciales. Desde el Gobierno Andaluz trabajamos por apoyar al pequeño comerciante. Todas nuestras líneas de incentivos son para asociaciones comerciales, empresas en sí, para inversiones... todo dentro del tercer Plan Andaluz de Comercio Interior de Andalucía, que ya ha terminado. Ahora se trabaja para el cuarto. En la provincia de Málaga, podemos hablar de unos 16 millones de euros en estos tres años últimos. Los hábitos de compra cambian y los centros comerciales dan unos servicios que a las personas les gustan. Solo hay que darse una vuelta para ver que están llenos. La diferencia entre un centro comercial abierto y uno cerrado es la misma que hay entre una empresa y una cooperativa. En cuanto a los trámites administrativos, burocráticos... es verdad. Tenemos que avanzar manteniendo la seguridad jurídica, por supuesto, porque los trámites administrativos son garantías de un buen servicio, aunque sabemos que está el otro extremo, que no se acaban nunca. Creo que se está avanzando bastante. La adecuación de la directiva de servicio europeo a Andalucía en concreto, va en esa dirección.

-M. H.: ¿Cómo están afectando las nuevas tecnologías al comercio?

-A. S.: Antes quiero hacer referencia a lo que el consejero Luciano Alonso presentó el pasado martes, que va al hilo de los nuevos hábitos de consumo. El comercio tradicional tiene que trabajar las nuevas tecnologías que no son solo para comunicarnos, sino para trabajar con ellas. Se está creando una nueva sociedad de las nuevas tecnologías y tenemos que estar en ella: facebook, internet... porque da unas posibilidades extraordinarias de negocio y expansión y eso es lo que queremos hacer a través de la plataforma Soluciones Tecnológicas para el Comercio Andaluz. Con ella se quiere, por un lado, una central de compras, comprar juntos para vender por separado. Y, por el otro, vender. Cada vez se lleva más comprar en escaparates virtuales. Tiene los productos expuestos en la red. Si queremos conciliar la vida laboral y familiar, las nuevas tecnologías dan muchas facilidades. En la nueva sociedad hay cosas que no sabemos cómo van a ser, pero lo que está claro es que comercio habrá, aunque tendrá que implicar necesariamente el uso de las nuevas tecnologías.

-M. H.: Cambiando de tema, ¿qué hay de los horarios de los comercios para la visita de los cruceristas?

-J. L.: Yo no tengo una postura oficial de la Administración y no me compete a mí trasladarla. En mi opinión, hay que pensar qué es lo que hace un crucerista cuando viene a Málaga. Puede no quedarse en la ciudad, depende de si aquí es dónde embarca o no.

-E. G.: Claro, existe una implicación turística. Cuando es punto de salida y de llegada está el precrucero y mucha gente viene varios días antes...

-J. L.: Hay más desembolso. La realidad es que la ciudad tiene un centro histórico pero con un recorrido: calle Larios hacia arriba, visito los museos si me interesan o restos monumentales, es lo que tiene la ciudad. La gente no se va a ir, con todos mis respetos, a El Palo o a Carretera Cádiz ni a Ciudad Jardín. Ese va a ser su recorrido y pueden tener oferta o no tenerla. Si vienen un domingo y lo que quieren es comprar, lo razonable es que haya tiendas donde puedan comprar y gastarse el dinero. Es verdad que el siguiente problema es que si los domingos abre el centro puede haber una desviación de compra de los ciudadanos malagueños porque el domingo se van a ir al centro a comprar y eso hay que balancearlo. Y eso perjudicaría a las zonas que no están abiertas los domingos. Hay que conciliar los servicios a los turistas y los efectos de desviación de compra que puedan tener.

-A. S.: Ahora mismo, los comercios de hasta 300 metros cuadrados tienen libertad horaria siempre que no sea de una cadena de distribución o franquicia. Si no abre es porque no será rentable.

-E. G.: Yo he recomendado desde la Federación de Comercio a los comerciantes del centro histórico que abran los domingos y festivos. Creo que es una oportunidad de negocio y si no lo comprobamos, no lo vamos a saber. Hay que tener en cuenta que hay un convenio colectivo de comercio que no se puede obviar. Hace casi cuatro años que se negoció y que los comerciantes pusimos encima de la mesa nuestra plataforma de reivindicaciones: la jornada laboral o comercial de lunes a domingo. Que los sindicatos, con su criterio, aprovecharon unas reivindicaciones y para contrarrestarlas lo que exigían era innegociable en cuanto a precio de la jornada que era un 175% del precio de una jornada normal y dos días de descanso por cada domingo o festivo trabajado. Creo que sería bueno prolongarlo hasta el año que viene inclusive. En la mayoría de los comercios de nuestra provincia y en los del centro histórico hay un titular que es un autónomo. Y tendrá que probar para estudiar si funciona o no el negocio. Entiendo que hay otros sectores que influyen a la hora de abrir. Ya desde el Área de Comercio, por la temporada de Navidad, se promocionó la apertura de algún día de fiesta y obtuvimos un buen resultado económico. A lo mejor hay que seguir haciéndolo. Hay que probarlo porque estamos recibiendo un montón de visitas de cruceristas y de no cruceristas. Hemos comprobado que el crucerista que viene con tiempo no se gasta más de 45 euros. Ya no puede comprar más. Además, los barcos tienen una galería comercial que ya quisiera muchas ciudades del mundo tenerla. Y el último día del crucero te hacen unas rebajas enormes.

-M. H.: ¿Hay que mejorar la información que se da a los comerciantes sobre la llegada de cruceros?

-E. G.: La Federación tiene una web donde vienen todos los cruceros que llegan a Málaga a lo largo del año. Esa información nos la da la Autoridad Portuaria. No son tantos. De 400 cruceros sólo unos pocos han llegado los domingos en todo el año.

-J. G.: Bueno, en nuestro caso, en Fuengirola se triplica la población durante los tres meses de verano. Para nosotros es un 30% en lo que se refiere a clientes y ventas. Aperturas en festivos, para nosotros es muy importante. Somos cuatro grandes superficies las que tenemos esta declaración, y para nosotros es muy interesante.

-J. L.: Es que, realmente, los grandes beneficiados son las grandes superficies. Sólo tenemos que pensar en nuestros hábitos, seguro que algunos de nosotros hemos comprado un domingo porque hemos ido al cine y la galería comercial estaba abierta. Eso es una realidad y hay que planteárselo cuando esa realidad convive tan cerca, a nuestro lado, porque Marbella está más lejos, a unos 40 o 45 minutos de coche, pero Fuengirola está relativamente cerca, Torremolinos es inminente y el Rincón de la Victoria es prácticamente Málaga [los cuatro centros comerciales que tienen Aperturas en Festivos]. Entonces, con esa cercanía, hay que plantearse que a lo mejor lo que estamos haciendo es llenarle los bolsillos al de al lado por no cambiar nuestros hábitos, pero el reto es trasladar esto al comerciante. Aunque la pregunta es, ¿abrir los domingos tiene sentido sin que abran todos los que teóricamente no podrían abrir? Y ahora ponemos nombres, Zara, Mango y los demás llamados principios comerciales. A lo mejor si ellos no abren no compensa que los centros comerciales abran. Pero es difícil convencer a la gente de esto. Entonces, a lo mejor abriendo todos los que no tiene ese principio comercial, no sale rentable.

-J. C. G.: O sí. Eso abría que verlo, porque cuando estás en la calle tienes tiempo libre y eso es ocio. Y el ocio, hoy por hoy, también consume. Entonces, vas por la calle, tú no tienes necesidad de comprarte lo que estás viendo en el escaparate, pero has pasado por delante y, como está abierto, entras, te pruebas y, a lo mejor, compras.

-E. G.: Nosotros con las grandes superficies que se han implantado en Málaga siempre hemos tenido unos convenios de integración del convenio tradicional en las grandes superficies. Para que los pequeños comerciantes estén presentes, se prevén unos alquileres especiales, más bajos, unos descuentos especiales durante los primeros años o colaboración incluso para temas de estudios. Esto se ve en Ingenio, Vialia…

-M. H.: ¿Han notado un cambio del perfil de cliente en la cesta de la compra?, ¿se busca más el descuento, o se empieza a notar la salida de la crisis?

-E. G.: El Área de Comercio del Ayuntamiento de Málaga cofinancia el estudio del Observatorio de Comercio local de la capital, (que estará la primera semana del mes de diciembre), pero jamás nos dan datos anticipados. Por tanto estoy al margen de cuál es el resultado final, pero el Observatorio hace algunos años sólo encuestaba a los comerciantes y desde hace algunos años también encuesta a los consumidores.

-J. L.: Recuerdo un dato que salió el año pasado: el 40% de la gente que iba a los centros comerciales cerrados iba a pasear, porque es un espacio cerrado, no hay peligro, tienen actividades infantiles… pero no compraban.

-E. G.: Antiguamente, muchos domingos iba uno a pasear al centro a ver escaparates. A lo mejor, si abre, picas y compras algunas cosas. Volviendo al tema de Plaza Mayor, es un centro comercial abierto, es una calle, un barrio, pero ellos han puesto las condiciones de quién tiene que instalarse allí, poco son comercios, la mayoría son locales de ocio. El atractivo que ofrecen unas calles bien arregladas, con sus indicaciones y señales… Pero también es cierto, en el tema de los mercados de abastos, que se hacen esfuerzos grandes. Son una locomotora del entorno. Aquí yo metería también a los comerciantes de los mercados, que aunque suponga un esfuerzo grande, abriría también algún día por la tarde.

-J. L.: La administración no suele imponer, suele sugerir. Lo que sí hay son análisis bastante exhaustivos del perfil del cliente de los mercados de abastos y son, con todos mis respetos, mujeres de más de 50 años. Es decir, gente de edad avanzada y mayoritariamente mujeres, es decir, responde a un estatus social determinado. En la medida en la que no se abre el horario comercial, es difícil ampliar la clientela. Porque estamos corriendo el riesgo de que se produzca la extinción de los clientes de mercados municipales, porque la gente mayor se muere y no entra gente joven a los mercados. Es cierto que Atarazanas ha cambiado la imagen, pero la oferta sigue siendo la misma y el hábito también. Yo aprendí que sin precio no se vende. Entonces, hay que identificar los productos, poner su trazabilidad, presentar los productos al consumidor, tener un aspecto limpio, con unos hábitos comerciales… Todo el análisis nuestro se basa en el cliente y en el centro del análisis del comerciante no siempre está el consumidor. Los comerciantes que están en otro lugar y que abren mañana y tarde, ¿por qué lo hacen? Pues es tan sencillo como que ellos pagan 600 euros de alquiler al mes y tienen que amortizarlos, mientras que los comerciantes con puestos en el mercado pagan 900 al semestre. Ahora, esto no puede tener mucho éxito si el mercado en sí no está abierto completamente. A lo mejor hay que plantearse abrir un día concreto a la semana y no todos los días. El viernes o el jueves, habrá que estudiarlo, pero tampoco tiene sentido estar esperando a ver qué pasa, hay que tomar acciones. Y también hace falta que el comerciante tome las riendas de su destino. Yo siempre se lo digo, yo estaría muy asustado si fuera el Ayuntamiento el que elija mi destino por mí. Ahora, si mi destino es mi hijo y no quiere hacerse cargo de mi puesto y yo me jubilo en cinco años, no me preocupa nada. Esto en un centro comercial cerrado no pasa porque hay alguien que se plantee qué ocurre con los locales

-M. H.: ¿Ha aumentado el número de clientes?

-J. C. G.: Así es. Es cierto que en 2009 lo hemos pasado mal, no lo voy a negar, pero no sólo nosotros, sino todo el sector: grandes, pequeños y medianos. Pero también es cierto que en 2010 hemos encontrado ya el suelo. En septiembre ya estamos creciendo en el número de clientes con respecto al año pasado y también en ventas. Estamos viendo que están entrando nuevos comercios en el centro comercial, cosa que el año pasado era muy complicado. ¿Por qué? Porque los bancos no ayudaban al pequeño comerciante y los grandes estaban asustados. Pero sí es cierto que este año la dinámica está mejor, estamos más contentos, tanto nosotros como los propietarios, que creen en el proyecto, son conscientes de que hay que mejorarlo o invertir más, entre otras acciones.

-E. G.: Acaba de decir algo que es verdad. Se está notando una cierta mejoría, leve todavía, pero mejoría. La semana pasada he estado en Madrid y, en líneas generales, todo el mundo es consciente de que hay una leve mejoría. Es cierto que ha habido un aumento en la campaña de verano de rebajas de un 4%, si bien es cierto que no en todas las actividades comerciales, pero sí en los productos estrella, que son el textil, los complementos, el calzado y las nuevas tecnologías, lo que ahora llamamos equipamiento del hogar. Eso es un fenómeno y es que los últimos días de las rebajas todo el mundo se dedica a equipar su hogar. Es cierto que es lo más caro, pero es lo más duradero. Los comerciantes ya habíamos anunciado a principios de año que no íbamos a repercutir ese 2% del IVA, si bien es cierto que hay que tener en cuenta que por el producto que yo tengo no tengo que pagar ese 2% más, pero cuando compres de nuevo sí vas a tener que pagarlo. Yo, por ejemplo, en mi empresa he mantenido los precios de 2008 y el catálogo, ahora es cuando estamos cambiando el catálogo y ajustando también los precios. La mayoría no lo ha repercutido, incluso algunos han tenido que bajar sus precios.

-J. C. G.: Pero no sólo eso, hoy en día basta darse una vuelta por los escaparates para ver los porcentajes de descuento, mucho más del dos, hay un 30, un 40, un 20%. Y no son rebajas.

-J. L.: Bueno, la Ley General de Andalucía dice que no puede hacer rebajas de todos los productos de la tienda. Sí pueden hacerse promociones especiales, siempre que se guarden unas bases.

-M. H.: ¿Y qué hay del empleo en el sector? ¿Es estable?

-E. G.: El 86% del empleo generado en el pequeño comercio ha firmado el convenio, es estable. También, en los últimos años, se da un fenómeno curioso en Málaga y es que la gente no quiere trabajar más de media jornada, aunque ganen poco. Pero hay una cosa que falta, y no es cultura, sino falta de formación. Hay buenas ofertas y buenos cursos de formación, pero el comerciante no va. El que más, manda al empleado.

-J. L.: Bueno, si te acuerdas, Enrique, en las jornadas del año pasado, el 85% decía que no necesita formación. Les preguntas si saben hablar inglés y te dicen que no, pero que se apañan con yes, no y señalando. Tenemos una encuesta en internet en la que 1.400 personas nos dicen que no necesitan formación.

-E. G.: Estoy contento porque hay gente joven que se dedica al comercio y que tiene una formación académica y es otra forma de ver las cosas. Va a ir cambiando poco a poco. No mandamos cartas, sólo correos electrónicos y hay muchos negocios que no tienen correos electrónicos, nos cuesta mucho conseguirlos, y los comerciantes no lo quieren. Todavía hay que avanzar mucho en este aspecto.

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