Málaga

La comida real se quiere colar en las aulas

Comedor escolar.

Comedor escolar. / P. Capelo

La cuchara está desapareciendo de la mesa. Muchas veces las prisas nos obligan a comprar comida ultraprocesada envasada. Dos minutos al microondas y listo. Los niños, que son pequeñas esponjas, van adquiriendo las costumbres que ven en sus mayores, y antes que merendar una manzana prefieren un dulce. La asociación malagueña Carta Malacitana quiere que la comida real se cuele en las aulas y por ello, esta mañana le ha propuesto a la Delegada de Educación, Patricia Alba, que las frutas y verduras se cuelen de lleno en los colegios, para que los más pequeños aprendan a elaborarlos.

La vocal de la asociación y nutricionista, Beatriz de Lara, ha destacado la importancia de que los niños elaboren sus propios platos, que conozcan los alimentos y se monten de una forma atractiva. Que sientan curiosidad por probar nuevos alimentos. Desde Carta Malacitana trabajar con la "cata consciente". "Les tapamos los ojos, y ellos pueden oler, saborear y notar la diferencia entre productos naturales y artificiales" explica la nutricionista, que ha desarrollado que el método que llevan a cabo es el "antes, durante y después", para que los más pequeños conozcan todos los procesos, además de los alimentos que van a tratar.

En el antes se les proporciona información, para que en el durante puedan conocer de dónde procede lo que van a cocinar y posteriormente comer. El el proceso del después, desde la asociación, inciden en enseñarles a comer tranquilos, y que mantengan una atención plena para conseguir el disfrute, porque "se puede disfrutar de productos sanos" subraya De Lara.

"Si partes una fresa en el interior se ve un diente, porque esta fruta es buena para éstos, y si lo haces con un tomate se aprecia un corazón”. Los niños se quedan boquiabiertos y les impresiona, explica la nutricionista. "Trabajamos mucho con los colores, y les decimos que hay que comer de colores porque si no se vuelven gris" y entonces, los pequeños prueban cosas y se les acerca "de otra manera a estos alimentos para que lo vean atractivo", pero existe la alta competencia que son los ultraprocesados. De ahí la importancia de educar al entorno del niño -subraya-, porque si un profesional le dice al menor qué debe comer, pero llega su progenitor y le compra un foskito, "no ha servido para nada".

Por su parte, el presidente de Carta Malacitana, Antonio Carrillo, ha mantenido que les preocupa que desde el colegio "no se tenga suficiente información para la actividad más importante que hace el ser humano a lo largo de su vida, alimentarse". Existe "un déficit en el sistema educativo" y por ello, como asociación gastronómica cultural "podemos influir y participar para que esta iniciativa se convierta en una realidad".

"Nos interesa meter la cocina en el colegio. Como herramienta fundamental e instrumento de vida" ha asegurado Carrilo, que ha destacado la importancia de que desde la infancia "el alumnado tenga información real y práctica de la manipulación de alimento".

Desde la asociación defienden la recuperación de la dieta mediterránea, para que se vuelva a implantar en el sistema de alimentación de las familias españolas y se deje a un lado la influencia de otras culturas donde predominan los ultraprocesados y alimentos insanos. Además, de volver a las cocinas, para que así la cuchara vuelta a tener su lugar en la mesa.

En este sentido, la delegada de Educación ha recogido la propuesta de esta asociación y ha asegurado que si no se implican todas las partes que rodean al menos “no se consigue el objetivo”. Además, ha explicado que serán los centros quienes deban mostrar un interés por esta actividad que se podría llevar a cabo cuando se cierren las reuniones que están manteniendo desde Carta Malacitana y la Delegación.

De igual modo, más de 140.000 alumnos de 405 centros educativos la provincia de Málaga, junto con casi 10.000 docentes, han participado en distintos programas de promoción de hábitos de vida saludable que desarrolla la Consejería de Educación en colaboración con las de Salud y Agricultura.

Entre ellos destaca el programa Creciendo en salud, de promoción y educación para la salud desde perspectiva integral, colaborativa y continuada en el tiempo, en el que han participado 85.000 escolares de 233 centros y el Frutibús, que forma parte del Plan Escolar de Consumo de Frutas y Hortalizas, ha recorrido 30 centros de la provincia y beneficiado a 2.800 escolares.

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